Rusia aplasta las defensas ucranianas de Bajmut por medio del desgaste y "ataques frontales"
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha admitido que la situación en el enclave es "difícil", mientras que Rusia basa su estrategia en enviar tropas sin cesar.
Después de meses de resistencia, el poderío del interminable ejército ruso se hace notar en el este de Ucrania, en la ciudad de Bajmut. El incesante flujo de reclutas, mercenarios y soldados profesionales que Moscú envía al frente sin parar ha dado sus frutos, a costa de una 'carnicería' entre sus filas y grandes pérdidas materiales. Pero frutos a fin de cuentas, en una campaña en la que el líder ruso, Vladimir Putin, necesita desesperadamente anotarse una victoria después de medio año de derrotas que aguaron la fiesta del primer año de guerra.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha admitido este martes que la situación en Bajmut es "difícil", debido al constante empuje de las tropas de Moscú, que ya se habrían hecho con uno de los barrios de la periferia de la ciudad. Según el informe diario sobre este 27 de febrero del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés), Rusia habría cambiado su táctica con el fin de provocar un mayor "desgaste" de Kiev.
El ISW asegura que Moscú basa ahora sus asaltos en una mayor "combinación táctica" que radica en el lanzamiento de "asaltos frontales" de infantería y vehículos blindados precedidos de bombardeos de artillería. Según el Instituto, no pasaría ni un minuto entre el fin de las andanadas artilleras y el inicio de los asaltos.
Los avances, sin embargo, se vertebran en una utilización masiva, y con un alto nivel de pérdidas, de recursos humanos y técnicos que no podrían lograr "avances operativamente significativos". Se trata de ganar metros a un alto coste, una táctica que ha llegado a ser comparada por su similitud a las utilizadas durante la Primera Guerra Mundial.
Estas tácticas, apuntan los encargados de ese think tank de análisis, son muy similares a las de los mercenarios del Grupo Wagner. Estos han protagonizado buena parte de los últimas conquistas de Moscú, así como duros enfrentamientos con Putin y, especialmente, contra su ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Estos son solo el último síntoma de la competición de bandos que se vive en el seno del Kremlin.
¿Qué podría ocurrir tras la posible caída de Bajmut?
El 60% de Bajmut se encuentra ya completamente arrasada, según las agencias de prensa que informan sobre la situación en el frente. Es una montaña de escombros donde la semana pasada, a unos días de que se cumpliera el primer aniversario de la guerra, permanecían apenas 6.000 civiles de los 77.000 que tenía antes de la guerra.
Es un yermo humeante y su valor radica, básicamente, en el camino que abre. A través de esta ciudad se abre el camino a Rusia para continuar su marcha hacia las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, dos de las grandes ciudades de la provincia de Donetsk junto con su capital homónima. Esta última la controlan las milicias prorrusas apoyadas por Moscú desde 2014.
Según los expertos del Instituto para el Estudio de Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) consultados la semana pasada por El HuffPost, la hoja de ruta rusa pasaría, para empezar, por ocupación total de las provincias de Lugansk y Donetsk, que conforman el Donbás. Mirar más allá de eso, explicaba el experto del IECAH, Jesús Núñez, sería "hablar por hablar", ya que todo depende del éxito o el fracaso de la supuesta contraofensiva que prepara Kiev en el sur del país.
Esta visión cuadra con la información que este martes han hecho pública los servicios de inteligencia italianos, recogida por la Agencia EFE. Según esta, Rusia se estaría preparando para un conflicto "a largo plazo". Al mismo tiempo, la lentitud en los avances y el estancamiento de los frentes los estaría aprovechando Rusia para reorganizarse.
"Moscú también está tratando de aprovechar este período para reiniciar las actividades de la industria militar-industrial que, aunque sigue siendo importante en términos de capacidad de producción, está empezando a sentir el impacto de las sanciones occidentales", afirman los servicios italianos citados por EFE.
Ucrania quiere armas, y las quiere ya
En su discurso diario, Zelenski volvió a pedir este martes a Occidente el envío de aviones de combate para poder blindar definitivamente las defensas aéreas de su país frente a las oleadas de misiles y drones kamikaze. Este martes han muerto al menos cuatro personas a causa de estos ataques en la ciudad de Jersón, constantemente castigada por Rusia desde que Ucrania la reconquistara el pasado otoño, informa EFE.
La petición de estas y otras armas como los blindados son una constante. Durante el discurso del presidente ucraniano en conmemoración del primer año de la guerra, el pasado 24 de febrero, pidió a sus aliados "unidad" y "cumplir las promesas" que Occidente ha hecho a su país.
Las tropas de Kiev ya se entrenan en los países de la OTAN en el manejo de los tanques Leopard, Abrams y Challenger, que se espera que puedan inclinar la balanza a su favor en la futura contraofensiva en el sur, previsiblemente en la provincia de Zaporiya.
Más allá de Bajmut, todo apunta a que las siguientes ciudades en ser golpeadas serán Kramatorsk y Slaviansk, y en ellas sus habitantes, los que queden allí. Si los pronósticos no fallan, todo apunta a que seguirá el reguero de ciudades reducidas a cenizas.