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Quién es Bachar al Assad, el presidente derrocado tras más de dos décadas aferrado al poder en Siria

Quién es Bachar al Assad, el presidente derrocado tras más de dos décadas aferrado al poder en Siria

Fue derrocado este domingo tras una rápida ofensiva de 12 días por parte de una coalición islamista rebelde que afirma haber "liberado".

Bachar al AssadEFE/EPA/TOLGA BOZOGLU

Después de 24 años en el poder en Siria, que heredó de su padre Hafez, quien lo asumió en 1971, el presidente Bachar al Assad fue derrocado este domingo tras una rápida ofensiva de 12 días por parte de una coalición islamista rebelde que afirma haber "liberado" al país árabe de un líder despiadado con cualquier forma de oposición.

Hasta ahora, se desconoce el paradero de quien muchos consideran un "dictador". Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, habría abandonado su cargo como presidente sirio y se habría embarcado en un avión con destino desconocido tras la toma de Damasco por la alianza islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS, o Organismo de Liberación del Levante).

Bachar al Assad (Damasco, 1965) estudió Medicina y se especializó en oftalmología en la capital siria. Tras finalizar sus estudios, trabajó como médico militar durante un tiempo. Sin aspiraciones políticas aparentes, se trasladó a Londres para continuar su formación profesional.

Sin embargo, en 1994, una tragedia familiar cambió su vida para siempre: su hermano Basel, el hijo mayor y heredero al poder del entonces presidente sirio Hafez al Asad, falleció en un accidente de tráfico.

Bachar fue llamado de regreso a Siria por su padre y comenzó un periodo de preparación de cinco años para eventualmente asumir el liderazgo del país, siguiendo los pasos de su hermano mayor. Ganó experiencia en las filas militares y en la vida pública.

El momento llegó en el año 2000, cuando Hafez al Asad falleció tras casi tres décadas en el poder, al que había llegado mediante un golpe de Estado.

Aunque Bachar no era el heredero previsto, una vez en el poder, se aferró a él con determinación, silenciando a sus adversarios, reprimiendo revueltas y sobreviviendo a más de diez años de guerra civil.

La Constitución fue enmendada rápidamente para que Bachar, entonces de 34 años, cumpliera con el requisito de edad mínima de 40 años, y se celebró un referéndum que respaldó su ascenso a la jefatura del Estado.

Inicialmente, después de cuatro décadas de gobiernos del Partido Baaz, casi todos encabezados por su padre, Bachar al Assad fue visto como una esperanza para el cambio y un posible impulsor de reformas democráticas y aperturistas.

Sin embargo, pronto comenzaron las campañas de arrestos de activistas y opositores, y, una década después, la brutal represión de las protestas que surgieron en Siria contra su gobierno durante la "Primavera Árabe".

Resistió la presión de las calles y fue uno de los pocos líderes que permanecieron en el poder tras las revueltas que estallaron en 2011 y derrocaron a los gobiernos de varios países de Oriente Medio y el Norte de África, aunque a costa de una guerra civil y la desintegración de la unidad siria.

Desde 2016, su supervivencia dependió de sus aliados rusos y de las milicias chiíes iraníes, libanesas e iraquíes, que le permitieron recuperar territorio de los insurgentes, a costa de una devastación brutal de las ciudades y territorios que se habían rebelado.

Formalmente, mantuvo el poder con abrumadoras "victorias" electorales, como en los últimos comicios de 2021, donde obtuvo el 95 % de los votos.

Sin embargo, su mandato enfrentó un creciente descontento popular debido a la grave crisis económica y la escasez de productos básicos, que ha llevado a la mayoría de la población a sufrir inseguridad alimentaria y a vivir por debajo del umbral de la pobreza.

A esto se suman 14 millones de desplazados internos y refugiados en otros países, la mayoría en Oriente Medio, y un proceso de reconstrucción por delante, algo que parecía casi imposible ante el aislamiento internacional del gobierno de Al Assad y las múltiples sanciones internacionales impuestas por Occidente.

Cuando sus principales aliados se vieron envueltos en problemas más graves que los de Siria (principalmente Ucrania y Líbano), sus debilidades quedaron expuestas y, finalmente, allanaron el camino para su caída.