Qué está pasando en Bolivia: quién gobierna y por qué se han levantado

Qué está pasando en Bolivia: quién gobierna y por qué se han levantado

Juan José Zúñiga, el militar que ha encabezado el intento de golpe de Estado y que ha detenido, ha acusado al presidente Luis Arce de organizar el levantamiento.

Seguidores de Luis Arce protestan contra los militares golpistas de Bolivia.STR

Pese al intento golpista de las Fuerzas Armadasen Bolivia gobierna desde las elecciones generales de 2020 y seguirá gobernando Luis Arce, del partido Movimiento al Socialismo, que relevó en el poder a Jeanine Áñez, condenada a diez años de cárcel en 2022 por el caso 'Golpe de Estado II', un proceso que concluyó que la líder del partido Movimiento Demócrata Social se colocó de manera ilegal en la línea de sucesión de la presidencia.

Luis Arce, economista de formación, había ocupado cargos importantes en el Gobierno de Bolivia antes de llegar a la presidencia. Fue ministro de Economía y Finanzas Públicas de 2006 a 2017, un cargo al que volvería en 2019 en el Gobierno de Evo Morales. Al frente de este Ministerio, fue reconocido como el artífice del crecimiento económico del país.

A las 15:51 (hora de Bolivia), un tanque ha derribado la puerta del Palacio Quemado, sede del Gobierno boliviano y el general del Ejército, Juan José Zúñiga, ha accedido al palacio junto a varios militares armados, después de amenazar con tomar la sede del Ejecutivo y cambiar el gabinete para evitar que el expresidente Evo Morales pudiera presentarse a las elecciones que se celebrarán en agosto de 2025.

Zuñiga, quien también aseguró que liberaría a todos los "presos políticos", incluyendo a la expresidenta interina Jeanine Añez y al gobernador opositor Luis Fernando Camacho, ha cejado finalmente en su empeño después de un bronco encuentro con el presidente Arce a las puertas de la sede del Gobierno, quien le ha ordenado que retirase las tropas de la Plaza Murillo, contigua a la sede: "Repliegue todas estás fuerzas es una orden", le gritó.

Zuñiga, detenido, acusa a Arce de organizar la asonada

El comandante Juan José Zuñiga, acusado de un "intento de golpe de Estado" en contra del Gobierno del presidente Luis Arce, fue detenido al salir de la sede del Estado Mayor de Bolivia, después de liderar a un grupo de militares que, con tanques, irrumpieron en la sede del Ejecutivo en la capital de La Paz.

Después de su arresto, Zuñiga acusó al presidente Arce de encargarle la operación militar para elevar sus niveles de popularidad.  "Hablaré con detalles el domingo, en el colegio La Salle, me reuní con el presidente y el presidente me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana sería crítica y era necesario algo para levantar su popularidad", dijo.

Por otra parte, la Fiscalía boliviana anunció la apertura de una investigación contra Zuñiga  y "todos los demás participes" en el frustrado golpe de Estado en Bolivia, que apenas ha durado tres horas. En un comunicado, también indicó que se buscará la "imposición de la máxima sanción de los responsables" para defender la "la legalidad e intereses generales de la sociedad y para preservación de la democracia".

La vida se para en Bolivia después del intento de golpe

Minutos después de que los militares rebeldes entraran en la sede de Gobierno de Bolivia, con la ayuda de un tanque, mercados, gasolineras, farmacias y cajeros automáticos han dejado de funcionar, lo que recordó alguno de los momentos vividos en la crisis de 2019. En una de las principales avenidas del centro de La Paz, fueron muchos los ciudadanos que salieron de sus oficinas y llenaron los cajeros automáticos para sacar dinero ante el temor de que la situación empeorara, según relata la Agencia EFE.

El transporte público también colapsó en La Paz. En algunos barrios del sur, este y oeste de la capital boliviana, cientos de personas corrieron a los mercados, a las tiendas o a las farmacias para abastecerse de alimentos y de otros artículos de primera necesidad. Por otro lado y en cuestión de minutos, se formaron largas colas de vehículos en los accesos de las estaciones de servicio ante el temor de quedarse sin gasolina o diésel.