Putin se pierde en sus líneas rojas

Putin se pierde en sus líneas rojas

Occidente no teme ya sus amenazas.

Russian President Vladimir Putin.Getty Images

Las líneas rojas que ha ido trazando Vladímir Putin durante el conflicto bélico contra Ucrania se están volviendo en su contra. La última la marcó la semana pasada, advirtiendo que la EEUU y la OTAN "estarían en guerra con Rusia" si permitían a Zelenski usar los misiles de largo alcance enviados por Occidente en territorio ruso.

El presidente de Rusia amenazó con tomar "decisiones apropiadas" en respuesta a esta posible acción. Sin embargo, él mismo se ha desacreditado, ya que Ucrania ya está usando este tipo de armas en territorio ocupado, que Putin considera ruso, sin que se haya producido ninguna escalada ni una guerra entre Rusia y la OTAN.

Y es que, aunque asegura que las cinco regiones de Ucrania "anexionadas" unilateralmente han sido incorporadas oficialmente a la Federación Rusa, no les brinda el mismo nivel de protección que da a otras regiones rusas. Esta no ha sido la primera vez que se pierde en una de sus propias líneas.

Occidente no le teme

Desde febrero de 2022, Putin ha amenazado varias veces con una Tercera Guerra Mundial o un conflicto nuclear con la OTAN y EEUU si estos se involucran demasiado en su conflicto con Ucrania.

Sin embargo, los aliados de Ucrania le han desmentido una y otra vez ampliando constantemente su ayuda militar a Kiev, enviando desde cascos y armas antitanque portátiles hasta sistemas de defensa aérea Patriot, misiles de largo alcance y aviones de combate F-16 sin que haya habido ninguna consecuencia.

El incumplimiento de todas estas amenazas hace creer a los países occidentales que Putin las lanza con el único objetivo de asustarles y obligarles a dejar de apoyar a Ucrania en la guerra. "Todos los acontecimientos en Ucrania y en el frente ruso-ucraniano deben tomarse muy en serio, pero yo no daría excesiva importancia a las declaraciones del presidente Putin", ha declarado recientemente el primer ministro polaco, Donald Tusk.