Putin impone una orden que amenaza con llevar el caos a toda Rusia
Las empresas rusas enfrentan desafíos para reemplazar el software occidental en medio de presiones gubernamentales.
Las empresas rusas enfrentan serios obstáculos para sustituir el software occidental, una medida impulsada por el presidente Vladímir Putin, quien ha ordenado a las compañías locales eliminar su dependencia tecnológica extranjera de cara al próximo año, informa Meduza. Pese a la presión gubernamental, las corporaciones estatales siguen utilizando productos de Microsoft, entre otros, debido a la falta de alternativas viables.
Un informe reciente del periódico económico ruso Kommersant ha revelado que, solo en 2023, las empresas rusas han gastado más de 24 millones de rublos en servicios de Microsoft. Esta cifra evidencia la persistente dependencia tecnológica, incluso cuando las autoridades promueven una transición hacia un software nacional.
Problemas de compatibilidad, disponibilidad y tiempo
Uno de los principales desafíos radica en la compatibilidad del software, ya que el 62 % de los programas desarrollados en Rusia presenta problemas en este aspecto, lo que complica el proceso de sustitución ordenado por el gobierno.
Por otro lado, la falta de equivalentes rusos para reemplazar herramientas tecnológicas clave es un problema crítico. Un informe de Vedomosti señala que las empresas del país necesitan adaptar al menos 837 procesos operativos al software nacional para mantener la continuidad de sus operaciones industriales. Sin embargo, actualmente no existe software ruso ni para cubrir la mitad de esos procesos.
La búsqueda de alternativas ha generado preocupación en las empresas rusas, que ven el cambio como una tarea monumental. Alexey Uchakin, director de infraestructura de Edgecenter, una empresa de servicios en la nube, muestra su escepticismo sobre la viabilidad de reemplazar herramientas tecnológicas clave como las de Microsoft y SAP.
"Es como pasar de un Mercedes a un Lada Aura. Las ruedas y el volante están en el mismo lugar, parecen similares, pero en la práctica las diferencias son enormes", afirma.
Además, el desarrollo del software ruso necesario para empresas industriales y entidades públicas no solo enfrenta limitaciones técnicas, sino también de tiempo. Meduza estima que la creación de estas herramientas podría tardar hasta 15 años, lo que pone en duda la factibilidad del cumplimiento de los plazos establecidos por el Kremlin.