Putin habla de paz en Ucrania por primera vez: "Hay que pensar en detener esta tragedia"
Asegura que Rusia "nunca" se ha negado a entablar conversaciones de paz y culpa a Zelenski por su negativa a negociar. Kiev no da validez a las palabras de Putin e insiste en la necesidad de que cese la invasión.
636 días después, las tornas han cambiado en el eje Moscú-Kiev. Ante el G-20 y por videoconferencia, Vladimir Putin ha confirmado que Rusia no descarta entablar conversaciones de paz con Ucrania y ha llegado a apuntar que "hay que pensar en cómo detener esta tragedia".
"Por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia para personas y familias concretas, y para el país en general. Sin lugar a dudas, hay que pensar en cómo detener esta tragedia", ha reiterado en su mensaje telemático.
Sus palabras, ante las principales potencias del mundo, suponen una nueva fase en una guerra cronificada, sin apenas avances en un sentido u otro, tras más de año y medio de batallas. Por primera vez de forma explícita, el todopoderoso líder ruso se abre a hablar de una paz hasta ahora remota.
Lo ha hecho con todos los matices que se puedan poner y cargando las culpas contra el presidente ucraniano, eso sí. A juicio de Putin, fue Volodímir Zelenski, quien prohibió por decreto dialogar con Rusia para poner fin a la invasión rusa iniciada el 24 de febrero de 2022.
La acusación llega semana después de que el mandatario ucraniano apuntase a medios estadounidenses que EEUU "sabe que no estoy listo para hablar con los terroristas, ya que su palabra no vale nada". "Hoy por hoy, no tengo ninguna relación con los rusos, y ellos conocen mi posición", recalcando como condición necesaria la retirada rusa de su territorio.
"Sólo después de eso, el mundo puede activar la diplomacia", afirmaba Zelenski a comienzos de noviembre.
La 'empatía' de Putin ante los grandes líderes
Refiriéndose directamente a sus homólogos internacionales, Putin ha reconocido entender a quienes se mostraron "conmocionados" con las consecuencias de la "agresión" rusa contra el país vecino. "Entiendo que la guerra, la muerte de personas, no puede no conmover", ha apuntado para de inmediato volver a atacar a su gran enemigo.
"¿Y el golpe sangriento en Ucrania en 2014 que desembocó en la guerra del régimen de Kiev contra su propio pueblo en el Donbás ? ¿Eso no conmueve?", ha esperado de inmediato en su regreso, aunque telemático, al gran foro de líderes internacionales tras varias citas ausente.
Ucrania no da ningún crédito a sus palabras
Las reacciones del bando ucraniano no se han hecho esperar, a través de habituales portavoces de facto del gobierno, que niegan cualquier credibilidad a la versión rusa. Uno de los primeros en hacerlo, con total dureza, ha sido consejero de Zelenski y habitual negociador de Kiev Mijail Podolyak.
Como ha apuntado en su perfil de Telegram, "Rusia no tiene nada en qué pensar sobre cómo "detener la tragedia en Ucrania". Los asesinos que cometen un crimen deliberado a sangre fría no piensan en cómo detener el crimen".
"La única solución eficaz, cuya realización aún escapa a la mente de Putin, es retirar inmediatamente las tropas rusas ocupantes del territorio soberano de otro Estado. Después, alrededor de una mesa para discutir pagos, compensaciones y otras consecuencias legales de la guerra", ha apuntado Podolyak, habitual 'voz' del presidente.
En paralelo lo hacía también una figura con peso dentro del Ministerio de Interior, Anton Gerashchenko, que ha quitado relevancia al gesto de Putin, asegurando que la solución a la "tragedia" es sencilla. "Si Rusia deja de luchar, no habrá más guerra, pero si Ucrania deja de luchar, no habrá más Ucrania".
La guerra, en punto muerto
Desde hace meses, el campo de batalla del este de Ucrania apenas presenta modificaciones, desde los últimos movimientos rusos en Bajmut, Soledar y otros puntos sueltos en la región de Donetsk. En ambas conquistas jugó un gran papel el Grupo Wagner, ya desahuciado tras el intento de motín y la posterior muerte de su líder, Yevgueni Prigozhin.
Tampoco la esperada segunda gran contraofensiva ucraniana está dando excesivos réditos militares, lejos de la exitosa campaña entre agosto y noviembre de 2022, cuando se recuperaron centenares de localidades y el bastión fundamental del sur, Jersón.