El próximo presidente de Rusia si Putin 'desaparece'
En caso de ausencia del presidente ruso, el primer ministro ejercería sus funciones con poderes limitados y debe haber elecciones en máximo tres meses. Pero la decisión sobre el sucesor recaería, en la práctica, en las élites de Kremlin.
En caso de que Vladimir Putin o el presidente en cuestión al frente de Rusia muriera en el cargo, la Constitución de Rusia no establece cómo sería la sucesión. Sin embargo, según ha plasmado el medio El Orden Mundial (EOM), el artículo 92 contempla la dimisión, la incapacidad por problemas de salud y el impeachment.
El artículo 93, además, define cómo se llevaría a cabo este último, en máximo tres meses, por alta traición u otros crímenes graves. El juicio político se celebraría en el Consejo de la Federación (cámara alta del Legislativo) por petición de la Duma (cámara baja) y lo ratificarían el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. El proceso necesitaría la iniciativa de un tercio de la Duma y los votos de dos tercios de ambas cámaras.
Ante la ausencia del presidente ruso, en cualquiera de estos supuestos, el primer ministro ejercería sus funciones de forma interina y con poderes limitados. Entre estos no podría disolver la Duma, convocar un referéndum ni cambiar la Constitución. Además, tendrían que celebrarse elecciones en máximo tres meses.
En teoría, este sería el procedimiento a seguir para el actual primer ministro Mijaíl Mishustin tras la hipotética muerte de Putin. En la práctica, sin embargo, la decisión sobre su sucesor más probable recaería en las élites del Kremlin y en sus luchas internas.
Otro siloviki para gobernar Rusia
Los siloviki, los miembros de la élite que proviene de las instituciones de inteligencia y seguridad poseen mucho poder en Rusia y son muy cercanos al actual presiente, lo que, según el medio, el próximo presidente podría ser uno de ellos.
Por ahora, según el mismo medio, la competición está dividida. Dentro de los servicios de inteligencia destaca el secretario del Consejo de Seguridad, exdirector del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y amigo de Putin, Nikolái Pátrushev. Pero su edad, 71 años, juega en su contra. Pátrushev y su hijo Dmitri podrían ser opciones a corto y largo plazo. Ahora ministro de Agricultura y con experiencia en el FSB, Dmitri Pátrushev tiene a su favor su juventud y su lealtad a los siloviki.
Pero los siloviki están también divididos y hay otras dos figuras importantes en su entorno. Uno de ellos es el ex primer ministro y expresidente Dmitri Medvédev. Después de haber rotado cargos con Putin entre 2008 y 2012, Medvédev parecía favorito para sucederle, pero fue relegado en 2020 a vicepresidente del Consejo de Seguridad.
El otro es el exjefe de seguridad de Putin, Alexéi Diumin, que ascendió tras dirigir las Fuerzas de Operaciones Especiales y supervisar la anexión rusa de Crimea en 2014. Aunque es un militar, compartiría con Putin su trasfondo en las fuerzas de inteligencia y, según EOM, su cercanía le ayudaría a llegar al poder.