¿Por qué sale libre ahora Assange? ¿Qué se espera en las próximas horas?

¿Por qué sale libre ahora Assange? ¿Qué se espera en las próximas horas?

El periodista ya ha salido de su cárcel del Reino Unido y se espera que, tras un trámite final en las Islas Marianas, pueda volar libre a su país, Australia. 

Stella Assange encabeza una protesta por la liberación de su marido, el pasado 21 de febrero, en Londres.Ki Price / WireImage / Getty

El Tribunal Superior de Londres ha dejado esta madrugada en libertad bajo fianza al fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien ha pasado más de cinco años encarcelado en una prisión de máxima seguridad en virtud de una orden de arresto emitida desde Estados Unidos por difusión de documentos secretos.

"Julian Assange está libre. Ha abandonado la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en la mañana del 24 de junio, tras haber pasado allí 1.901 días. El Tribunal Superior de Londres le ha concedido la libertad bajo fianza y ha sido puesto en libertad en el aeropuerto de Stansted por la tarde, donde ha embarcado en un avión y ha partido de Reino Unido", reza un comunicado de Wikileaks publicado en su cuenta de la red social X.

Así, la organización ha agradecido todo el apoyo recibido para lograr la libertad de Assange, quien se encuentra de camino a Australia, su país de origen, donde se reunirá tanto con su esposa, Stella Assange, como con sus hijos, que "solo han conocido a su padre entre rejas", denunciando que se encontraba en régimen de aislamiento 23 horas al día en una celda de 2x3 metros.

¿Pero cómo se ha llegado a esta salida? Vayamos al origen de su caso con EEUU: un gran jurado en el estado de Virginia (EEUU) lo acusó de un cargo de "intrusión/piratería informática" por supuestamente ayudar al soldado Manning a acceder a documentos clasificados y, después, Assange fue acusado además, en virtud de la Ley de Espionaje de Estados Unidos de 1917, de 17 cargos por solicitar, recopilar y publicar documentos militares y diplomáticos estadounidenses en 2010, todos proporcionados por Manning. Assange es el primer editor acusado en virtud de dicha ley.

El miedo era que Assange fuera extraditado desde Reino Unido a EEUU, acusado bajo esa Ley de Espionaje, porque podría enfrentarse hasta a 175 años de cárcel. Por el cargo menos grave de intrusión informática, el fundador de WikiLeaks hubiera recibido un máximo de cinco años de prisión. 

El proceso, sin embargo, había cambiado en las últimas semanas, cuando la justicia de Reino Unido frenó la extradición, en mayo. Entonces, el Tribunal Superior de Londres autorizó que el periodista australiano esquivara la extradición a EEUU, al tiempo que abría la puerta a que continúe apelando con un nuevo recurso. A Assange se le permitió recurrir dos de las tres garantías ofrecidas por EEUU sobre el tratamiento y condiciones que recibiría si fuera extraditado a dicho país. Ese recurso tenía que realizarse en otra audiencia futura.

No ha hecho falta. Tras unas negociaciones duras y en silencio, visto el apoyo de la justicia londinense, las autoridades de EEUU y el informador han llegado a un pacto que es el que lo resuelve todo: el informador acepta declararse culpable de los cargos que se le imputan en EEUU como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense, lo que le permitirá regresar a Australia y pondrá fin a una larga saga judicial por la filtración de documentos clasificados.

La justicia estadounidense acusó a Assange de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje debido a una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia de Estados Unidos en 2010, que reveló secretos de las guerras de Irak y Afganistán, así como datos sobre los detenidos en la base de Guantánamo, entre otros asuntos.

Según el acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia, Assange, de 52 años y nacionalidad australiana, se declarará culpable de un solo cargo por conspirar para obtener y difundir ilegalmente información clasificada. 

Esta declaración de culpabilidad la realizará el propio Assange en una comparecencia prevista para el miércoles a las 9:00 hora local en un tribunal de las Islas Marianas, un territorio estadounidense en el océano Pacífico, según una carta del Departamento de Justicia presentada ante el juzgado. La visita se celebra allí debido a la oposición de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y a la proximidad del tribunal con Australia, según explica esa carta. 

Según el acuerdo, que aún debe ser aprobado por un juez, Assange solo sería sentenciado a 62 meses de prisión, equivalentes al tiempo que ya ha cumplido en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido). La familia dice, por eso, que hasta que no tenga esa firma final no cantará victoria. Ya se sabe que Assange ha abandonado la cárcel para proceder a este camino a la libertad. 

Por tanto, Assange podría quedar en libertad en las próximas horas y podría regresar a Australia tras la comparecencia en las Islas Marianas para finalizar el acuerdo de culpabilidad. De esa forma, se pondría fin a años de litigios en diferentes jurisdicciones del mundo sobre su filtración de documentos clasificados.

Un portavoz del Gobierno de Australia ha asegurado que es "muy pronto" para comentar su liberación debido a que aún siguen en marcha los procesos legales, razón por la que seguirán proporcionándole asistencia consular. "El primer ministro (Anthony) Albanese ha sido claro: el caso del señor Assange se ha alargado demasiado y no se gana nada con que siga encarcelado", ha añadido, según la cadena de televisión australiana ABC News.

Cabe destacar que el Gobierno australiano ha estado presionando a Estados Unidos para que permitiese a Assange volver al país y, aunque la Casa Blanca se había negado a hablar en público al respecto, el presidente estadounidense, Joe Biden, llegó a expresar en abril que estaba considerando las peticiones de Canberra.

Espacio Eco
Un proyecto de Espacio Eco

Una presión que, a la postre y tras las decisiones de la justicia de Londres, han dado frutos y en un momento importante, ya que se temía que los avances fueran imposibles si llegaba a la Casa Blanca Donald Trump en las elecciones de noviembre próximo. Biden, más allá de la justicia del paso, también se apunta un punto a su favor entre los votantes más progresistas con este acuerdo con Assange, que le abre las puertas a una nueva vida que empieza por conocer a sus hijos, a los que nunca ha visto.