Ponen cifra a los daños milmillonarios de la multa a Rusia
Moscú prepara una batalla legal para no perder los activos congelados debido a las sanciones internacionales por la invasión de Ucrania.
Las sanciones internacionales contra Rusia por si invasión de Ucrania en 2022 no han hundido su economía, algo de lo que su presidente, Vladimir Putin, hace gala. Pero el daño se deja notar, poco a poco, mes a mes, poniendo en aprietos a algunos sectores y complicando el crecimiento de la superpotencia.
Ahora se ha sabido que Moscú calcula que ha dejado de tener acceso a unos 300.000 millones de dólares en activos congelados debido a esas sanciones, según ha publicado The Moscow Times, un medio independiente. Y para no perderlos de veras plantea ahora una larga lucha legal. Si no, la Administración Biden quiere confiscar el dinero y usarlo para reconstruir Ucrania.
Este diario sostiene que funcionarios de Moscú, que están estudiando la posibilidad de que los fondos sean confiscados, han llegado a la conclusión de que tal resultado es poco probable. El Banco de Rusia está actualmente a punto de llegar a un acuerdo con bufetes de abogados internacionales para representar los intereses del país en caso de un enfrentamiento judicial, señala.
La invasión a gran escala de Ucrania por parte de los de Putin supuso sanciones destinadas a aislar a Moscú del sistema financiero mundial y estrangular sus ingresos para hacer la guerra. Washington y sus aliados prohíben actualmente las transacciones con el Banco Central y el Ministerio de Finanzas de Rusia, que ascienden a esos 300.000 millones de dólares en las principales monedas, oro y bonos gubernamentales.
La agencia Bloomberg sostiene que la Casa Blanca ha cambiado su posición para respaldar una legislación ante el Congreso que permitiría, pero no obligaría, al presidente Joe Biden confiscar activos rusos congelados en territorio estadounidense. Pero el Times asevera que el Banco de Rusia ya se está moviendo para evitarlo y está cerca de llegar a un acuerdo con firmas de abogados internacionales para representar los intereses del país en los tribunales.
Aún así, el medio de noticias independiente ruso The Bell ha informado de que "desde el punto de vista de Rusia, los activos congelados se han perdido", aunque Moscú "sigue amenazando con medidas de represalia si se lleva a cabo la confiscación". El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso afirmó la semana pasada que el plan estadounidense era "piratería del siglo XXI" y amenazó con represalias.
Esto podría llevar a Rusia a nacionalizar propiedades y cuentas de propiedad extranjera y romper relaciones diplomáticas, lo que a su vez podría crear dificultades para la moneda rusa, el rublo y los mercados, dijo este portal. "Parece poco probable que el destino de estos activos se decida en los próximos seis meses", añadió el medio, crítico con el Kremlin.
Reuters informó, por su parte, que un escenario para evitar los retrasos en la obtención de los activos congelados podría ser emitir "bonos de reparación" en los que Kiev vendería valores que pagarían sólo si recibiera reparaciones de Rusia. "Dado que las reservas devengan intereses, podrían usarse para pagar tanto el principal como los cupones de los bonos", dijo la agencia. Esto difiere de la confiscación, porque los activos sólo se transferirían si un mecanismo de compensación legítimo dictaminara primero que los daños se debían a Ucrania.
Lo que centra la atención en cómo financiar a Ucrania son los retrasos en el Congreso estadounidense a la hora de aprobar más de 61.000 millones de dólares en ayuda para Kiev. El aliado más cercano de Putin en la UE , el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ya detuvo un paquete de ayuda de 50.000 millones de euros. Las cosas se complican cuando más necesaria es la ayuda, en un año en el que se juega todo en la contienda.