Ordenan bunkerizar Gibraltar por temor a los misiles hipersónicos de Putin
El Ministerio de Defensa británico se comprometió a blindar Gibraltar ante un posible ataque ruso.
El conflicto entre Rusia y Ucrania está teniendo repercusiones y consecuencias mucho más allá de las fronteras de ambos países. Para nadie es una sorpresa que las tensiones geopolíticas a nivel mundial se han recrudecido como nunca antes en los últimos meses, y eso ha provocado que países aliados occidentales tengan que tomar cartas en el asunto. No solo en favor de Ucrania, sino también mirando a sus propios intereses, en territorios lejanos y en los que podría pensarse que la influencia de la guerra no debería llegar.
Uno de estos claros ejemplos se puede apreciar claramente en la política exterior de Reino Unido, país que en agosto del pasado año prometió a Gibraltar que invertiría como nunca antes para hacer del peñón uno de los "cinco centros globales" que sirvan al país británico como "trampolín" en lo que a cobertura militar se refiere, y ante las posibles amenazas que se puedan producir en el futuro.
Tras casi un año y medio, la situación no ha hecho nada más que agravarse, y Reino Unido se encuentra en alerta ante posibles ataques rusos no contra sus propias fronteras, sino contra sus bases militares en zonas como Gibraltar o Chipre.
Por este motivo, y ante los últimos acontecimientos que se han producido en el conflicto, con los lanzamientos de misiles hipersónicos por paprte de Rusia como respuesta a los ataques ucranianos con misiles occidentales ATACMS (de EEUU) y los Storm Shadow (de Reino Unido), Londres considera clave anticiparse a los múltiples escenarios que pueden abrirse en el futuro.
Y la realidad es que estas sospechas no son infundadas, ya que hace pocos días, Putin avisó de que había desarrollado un nuevo misil de alcance intermedio que podría ser utilizado legítimamente contra los países que habían dado luz verde a Ucrania para usar sus misiles, entre ellos Reino Unido. Por esto, el Ministerio de Defensa británico se encuentra analizando las posibilidades y escenarios que puedan producirse respecto a sus bases militares en los dos territorios mencionados.
Pese a que este tipo de medidas suelen ser habituales, e incluso rutinarias, en esta ocasión los movimientos de Reino Unido están siendo más concienzudos e intensos que en ocasiones anteriores, aunque el Ministerio de Defensa británico asegura que no se han producido cambios "en la postura general de seguridad" en ningún lugar que le incumba.
Pero esto se encuentra en entredicho, ya que el nivel de alerta ante un posible ataque en el Peñón se encuentra en un nivel intermedio. Más si cabe cuando el pasado las autoridades británicas descubrieron un buque espía ruso en el Estrecho de Gibraltar de camino al Mediterráneo.
Esto, como es lógico, también incumbe a España, de forma que la Armada española también ha realizado intensas labores de vigilancia con buques patrulleros Vigía, llevando a cabo seguimientos de las unidades rusas en el Estrecho.
Misiles con capacidad destructiva como nunca antes
Todo esto, como hemos mencionado tiene un fundamento claro, y desde el gabinete de Keir Starmer se destacaron hace unos días las palabras de Putin respecto a poder "apagar las luces de millones de personas" con uno de estos misiles, principalmente, el Oreshnik, capaz de recorrer una distancia de 5.500 km con un nivel de tecnología punta nunca antes vista, así como el Kinzhal, considerada la joya de la corona de las armas rusas, capaz de atacar a 12.250 km/h, compuesto de ojivas nucleares con hasta 3.000 km de alcance.
En definitiva, todo se puede resumir con las palabas del jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, el almirante Sir Tony Radakin, quien hace unos días señaló que "el mundo ha cambiado", y que "el poder mundial está cambiando", y nos encontramos ante "una tercera era nuclear", y destacó que Gibraltar forma parte del eje de la estrategia antiRusia como nunca antes.