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Nuevas imágenes de satélite destapan una mayor aportación de Corea del Norte a Putin y no son soldados
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Nuevas imágenes de satélite destapan una mayor aportación de Corea del Norte a Putin y no son soldados

Corea está intensificando la actividad en una planta donde se fabrican misiles KN-23 (Hwasong-11A) y KN-24 (Hwasong-11B).

Dos misiles.Getty Images/iStockphoto

Corea del Norte está intensificando las actividades en una de sus principales instalaciones de producción de armas, donde se fabrican misiles de corto alcance que Pyongyang habría suministrado a Rusia, informa la agencia Reuters.

La instalación, conocida como la planta "11 de Febrero", forma parte del Complejo de Máquinas Ryongsong, situado en Hamhung, la segunda ciudad más grande del país, ubicada en la costa oriental. 

Sam Lair, investigador del Centro James Martin de Estudios sobre No Proliferación del Instituto Middlebury, asegura que esta planta es el único lugar identificado en Corea del Norte donde se fabrican los misiles balísticos de combustible sólido de la clase Hwasong-11. En concreto, es usada para producir misiles KN-23 (Hwasong-11A) y KN-24 (Hwasong-11B).

Expansión y mejora de infraestructura

Imágenes satelitales tomadas por la empresa Planet Labs a principios de octubre han revelado indicios de una expansión significativa en el complejo. Entre las novedades destaca la construcción de un nuevo edificio de ensamblaje y un complejo residencial, que podría estar destinado a los trabajadores. Además, se están mejorando las instalaciones subterráneas del sitio.

Un cambio notable es la retirada de una vieja grúa que bloqueaba el acceso a un túnel, lo que, según Lair, sugiere un incremento en la actividad en esa área. "Esto indica que están incrementando de manera sustancial la capacidad de producción de esta fábrica", afirma.

El nuevo edificio de ensamblaje es más pequeño que las instalaciones previas utilizadas para ensamblar misiles, pero apunta a una estrategia para optimizar la producción.

Los analistas creen que los misiles KN-23, ensamblados en esta planta, son especialmente valiosos para Rusia debido a su diseño. Estos misiles, probados por primera vez en 2019, vuelan a menor altitud, lo que los hace más difíciles de interceptar por los sistemas de defensa antimisiles.

En el contexto de la guerra en Ucrania, Rusia ha lanzado miles de misiles, lo que ha puesto a prueba su capacidad de producción. La colaboración con Corea del Norte podría aliviar esta presión, según Lair.