Netanyahu enciende el Día de Jerusalén entre disturbios: "Todo Jerusalén será nuestro siempre"

Netanyahu enciende el Día de Jerusalén entre disturbios: "Todo Jerusalén será nuestro siempre"

La Marcha de la Bandera ha concluido con al menos 18 detenidos por diversos delitos entre proclamas ultranacionalistas hebreas.

Benjamin Netanyahu, en una imagen recienteGIL COHEN-MAGEN vía getty images

La tensión no se rebaja lo más mínimo. Benjamin Netanyahu ha encendido más la presión internacional en el Día de Jerusalén con un breve mensaje en el que ha apuntado que "todo Jerusalén será nuestro para siempre".

Las palabras del primer ministro de Israel han tenido lugar en una fecha que conmemora la "conquista" por las tropas israelíes de la parte este de la ciudad tras vencer en la Guerra de los Seis Días de 1967.

"57 años han pasado desde la Guerra de los Seis Días y estamos de nuevo atrapados en la tormenta de la guerra. Entonces nos atacaron por diferentes frentes y también lo hacen hoy nuestros enemigos", ha indicado el político hebreo en referencia al actual conflicto, activo desde el 7 de octubre

Según Netanyahu "entonces buscaron estrangularnos con hostilidad y violencia y hoy quieren destruirnos en un cerco de terror. Entonces supimos que solo la victoria total permitiría nuestra existencia y también hoy nos estamos esforzando para lograr la victoria total".

Después de la guerra nos encontramos en nuestra tierra ancestral, dentro de fronteras defendibles. No vamos a renunciar a esos logros, porque de otra forma estaríamos invitando a nuevos ataques contra nosotros, peores que los del 7 de octubre
Benjamin Netanyahu

Sus palabras se han conocido después de producirse numerosos disturbios, por los que la Policía de Israel ha detenido a, al menos, 18 personas durante la Marcha de la Bandera por delitos violentos, agresiones, amenazas y alteración del orden público. Entre los arrestados hay cinco por agredir a periodistas.

"Después de la guerra nos encontramos en nuestra tierra ancestral, dentro de fronteras defendibles. No vamos a renunciar a esos logros, porque de otra forma estaríamos invitando a nuevos ataques contra nosotros, peores que los del 7 de octubre", subrayó.

El Día de Jerusalén es ampliamente celebrado entre los grupos más extremistas y ultraderechistas de Israel, especialmente el movimiento colono, que llevan a cabo la Marcha de las Banderas recreando el recorrido de las tropas israelíes en 1967, cuando "unificaron" la capital y entraron en la Ciudad Vieja por la Puerta de Damasco, atravesaron el barrio musulmán y llegaron al Muro de las Lamentaciones y la Explanada de las Mezquitas.

"Todo cambió en un instante, cuando nuestros heroicos guerreros tocaron las piedras del Muro de las Lamentaciones y cuando escuchamos las palabras 'el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) está en nuestras manos'. Entonces las barreras se bajaron y todo Jerusalén se expandió ante nosotros. Todo Jerusalén volvió a ser nuestro y todo Jerusalén permanecerá nuestro para siempre", concluía Netanyahu.

La Puerta de Damasco es nuestra. El Monte del Templo es nuestro. Y gracias a Dios la victoria será nuestra
Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel

"El Monte del Templo esta en nuestras manos" es la frase que pronunció el entonces teniente coronel Mordejai (Moti) Gur, al mando de la fuerzas de la Brigada 55 de paracaidistas reservistas, que fueron las primeras tropas que tomaron la zona en junio de 1967 tras expulsar a las unidades jordanas y que desde entonces se ha convertido en una especie de icono de la historia de Israel.

57 años después, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha acudido a la misma Puerta de Damasco para expresar apoyo a los jóvenes ultras que han cantado soflamas racistas, como "muerte a los árabes". 

"La Puerta de Damasco es nuestra. El Monte del Templo es nuestro. Y gracias a Dios la victoria será nuestra", ha subrayado junto a varios diputados. "Los judíos pueden estar en cualquier lugar en Jerusalén y rezar en cualquier lugar", ha sentenciado durante una entrevista con la emisora Galei Zahal.

Sus palabras chocan con el 'statu quo' de la Explanada de las Mezquitas impide a los judíos rezar en el lugar y autoriza únicamente su visita en horarios predeterminados. También establece que deben recorrerlo en una ruta fijada, acompañados por policías que vigilan que los fieles no recen o que introduzcan banderas israelíes u objetos religiosos.