Los ministros de Defensa de Rusia y EEUU hablan por teléfono tras el incidente del dron derribado
Moscú denuncia de que la maniobra fue "de naturaleza provocadora" y advierte de respuestas, mientras Washington asume la dificultad de recuperar la nave.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha hablado por teléfono esta pasada noche con el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, tras el reciente incidente en aguas del mar Negro entre un dron estadounidense y un caza SU-27 ruso.
Austin ha comparecido en rueda de prensa junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, para dejar claro que Estados Unidos "continuará sus operaciones en cualquier lugar siempre que la ley internacional lo permita".
Pese a que no ha revelado los detalles de la llamada, ha reiterado que los aviones rusos tuvieron "un comportamiento peligroso, imprudente y poco profesional en el espacio aéreo internacional sobre el mar Negro". El incidente es, por tanto, parte de un patrón de comportamiento "agresivo, arriesgado e inseguro".
Lloyd Austin, más tarde, hizo referencia a la misma llamada, indicando que ahora "le corresponde a Rusia operar su aviación militar de una forma segura y profesional", indicó ante la prensa. "Estados Unidos seguirá volando y operando allá donde lo permitan las leyes internacionales. Es importante que las grandes potencias sean modelos de transparencia y comunicación", apuntó Austin, calificando de "preocupante" lo sucedido.
El secretario de Defensa añadió que su país se toma "seriamente" cualquier posible "escalada" y señaló que es importante que las líneas de comunicación se mantengan abiertas para ayudar a prevenir cualquier "cálculo erróneo".
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha destacado que en la conversación, realizada por iniciativa estadounidense, Shoigu ha advertido de una posible escalada de la situación en la zona del mar Negro debido a los últimos incidentes, según recoge la agencia rusa TASS.
"Se ha señalado que los vuelos de vehículos aéreos no tripulados estratégicos estadounidenses frente a la costa de Crimea son de naturaleza provocadora, lo que crea las condiciones previas para una escalada de la situación en la zona del mar Negro", han destacado desde Moscú.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ha incidido en que el Gobierno ruso "no está interesado en tal desarrollo de los acontecimientos", si bien ha advertido de que "continuará respondiendo proporcionalmente a todas las provocaciones".
Estados Unidos denunció el martes que, tras chocar con un avión de combate ruso, un dron modelo MQ-9 se precipitó sobre las aguas del mar Negro mientras volaba por el espacio aéreo internacional. Sin embargo, Moscú ha desmentido parte de esta versión y ha apuntado que en ningún momento hubo contacto entre ambas aeronaves.
Moscú también avanzó ayer su intención de buscar los restos del dron, al igual que Estados Unidos, aunque John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, ha admitido que es una labor complicada porque el aparato cayó en una zona "muy profunda del mar Negro". "La recuperación será muy difícil para cualquiera. Eso lo primero. Lo segundo es que no tenemos barcos allí, pero sí muchos amigos y aliados que trabajarán en las operaciones. Es nuestra propiedad", reafirmó Milley en su comparecencia.
En caso de que su hallazgo recaiga en las fuerzas rusas, recalcó, Estados Unidos tiene "bastante confianza" en que ese aparato ya no contiene información sensible porque se tomaron medidas para que así fuera: "Lo que pudiera haber de valioso ya no lo es". Era una de las mayores preocupaciones del Pentágono, cuando la Inteligencia es esencial en su ayuda a Ucrania.
Aunque Estados Unidos consideró este martes que lo sucedido no fue un accidente, el general prefirió no entrar en detalles sobre si el choque del caza contra el dron fue intencional.
"Sabemos que la interceptación fue intencional y que también lo fue el comportamiento agresivo, muy poco profesional y muy inseguro. Del contacto físico en sí (entre los aparatos) no estoy tan seguro. Tendremos que determinarlo", concluyó.
"Grandes riesgos"
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, admitió este miércoles que cualquier incidente con EEUU, como del del dron y los cazas, conlleva "muy grandes riesgos". "Cualquier incidente que provoque un enfrentamiento entre dos grandes potencias, dos potencias nucleares, las mayores del mundo, siempre conlleva riesgos muy grandes. Ellos no pueden no entenderlo", dijo Lavrov en declaraciones al canal de televisión Rossía-1.
Lavrov aseguró que, siguiendo la lógica de Washington de volar "donde les viene en gana", entonces "el espacio aéreo en torno a Estados Unidos tiene el mismo estatus que el mar Negro".
"Pero ellos ignoran totalmente el hecho de que desde el comienzo de la operación militar especial (en Ucrania) se declaró que ciertas zonas del mar Negro (...) tiene un estatus restringido para el empleo de cualquier aparato volador", señaló.
Por ello, el jefe de la diplomacia rusa sospecha que EEUU intenta constantemente instigar la confrontación, lo que consideró contradictorio con sus afirmaciones de que son una potencia responsable e interesada en la estabilidad estratégica.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido a las partes diálogo y contención, por el choque en sí y por su escasa distancia del campo de batalla en Ucrania. Preguntado al respecto, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, dijo que el jefe de Naciones Unidas llama al diálogo y a "evitar cualquier escalada". En ese sentido, Dujarric confió en que la comunicación entre las dos partes continúe y que haya medidas para reducir la tensión.