Milei se hace un Bukele y despliega a cientos de policías para combatir al 'narco'
Argentina está en "una guerra" contra el "narcoterrorismo", dice, tras el pico de violencia en la ciudad de Rosario, con el asesinato de cuatro inocentes.
Unos 450 efectivos de diversas fuerzas de seguridad federales de Argentina comenzaron a desembarcar esta pasada noche en la ciudad de Rosario para sumarse a la policía local en la lucha contra bandas dedicadas al narcotráfico, que en las últimas horas han desatado una ola de crímenes en esa urbe.
Los efectivos de la Policía Federal, la Prefectura Naval, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria fueron recibidos al llegar a Rosario (a 300 kilómetros de Buenos Aires) por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.
En declaraciones a la prensa, Bullrich aseguró que los efectivos permanecerán en Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro), "hasta que no haya ciudadanos que sean asesinados a mansalva, como ha sucedido en estos días". La ministra afirmó que "en enero y febrero se lograron resultados muy importantes, apretando fuerte a los delincuentes, a los narcocriminales".
"Se hicieron operativos especiales en las cárceles para separar a los narcocriminales y no permitirles que sigan delinquiendo desde adentro. Y han respondiendo de una manera brutal, asesinando a cuatro ciudadanos a mansalva", señaló Bullrich.
La semana pasada, el Gobierno de Santa Fe implementó un "protocolo de gestión para presos de alto riesgo", que imita las medidas del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en la unidad penitenciaria N.º 11 Piñero, donde se encuentran sicarios y segundones en las líneas de liderazgo de las bandas narco, y en la que durante una requisa sorpresa se hallaron y confiscaron móviles, cuchillos y tarjetas SIM.
También la semana pasada y en respuesta a los nuevos métodos, las bandas del crimen organizado atacaron a tiros un bus que transportaba agentes penitenciarios, mataron a dos taxistas y a un conductor de un ómnibus. Además, un sicario asesinó a quemarropa a un empleado de una gasolinera y dejó una nota, supuestamente firmada por cabecillas de las bandas que operan en el negocio de la venta de droga en Rosario.
Bullrich dijo que se reunió este lunes con los jueces y fiscales que investigan esos crímenes y afirmó que "tienen bastante determinado quiénes son los asesinos", a quienes todavía "los están buscando".
"No es un juego, es una guerra"
El viernes pasado, el Gobierno de Javier Milei convocó a un comité de crisis, presidido por Bullrich, que cuenta con apoyo de las fuerzas federales en Santa Fe y asistencia logística de las Fuerzas Armadas. Ayer, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su rueda de prensa habitual en la Casa Rosada (sede del Ejecutivo), dijo que Argentina está en "una guerra" contra el "narcoterrorismo", tras el recrudecimiento de la violencia asociada al narcotráfico en Rosario y ese asesinato de cuatro inocentes en represalia por la política carcelaria de las autoridades provinciales de Santa Fe. "Esto no es un juego, es una guerra", enfatizó.
"En esta guerra nos enfrentamos contra salvajes asesinos", agregó Adorni, y repitió las palabras usadas por Milei este fin de semana en sus redes sociales: "O son ellos o somos nosotros. Y, por supuesto, en este caso vamos a ser nosotros".