Michel Barnier promete ser "útil" e incluye en sus prioridades varias de las peticiones de Le Pen
Barnier declaró que asume el Gobierno con "mucha humildad" y señaló que tratará de responder tanto como sea posible "a los retos, la rabia, el sufrimiento, la sensación de abandono en nuestras ciudades".
El nuevo primer ministro francés, Michel Barnier, prometió este jueves escribir una nueva página "útil" para una Francia que atraviesa un "momento grave" e incluyó entre las prioridades de su Gobierno varias de las lanzadas por la extrema derecha de Marine Le Pen, que será clave para su supervivencia.
Barnier declaró que asume el Gobierno con "mucha humildad" y señaló que tratará de responder tanto como sea posible "a los retos, la rabia, el sufrimiento, la sensación de abandono y de injusticia que son demasiado frecuentes en nuestras ciudades, barrios y zonas rurales".
Entre sus prioridades mencionó temas como decir la verdad sobre la "deuda financiera y ecológica" o aumentar la influencia de Francia en Europa, pero también varios de los asuntos que la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen ha mencionado como prioritarios para que su partido no lo censure, como el control de la inmigración, la seguridad o el respeto a todos los partidos.
Attal cede el testigo
Gabriel Attal ha pasado este jueves el testigo de primer ministro de Francia a Michel Barnier, de quien ha destacado su amplia experiencia al servicio del Estado y ha pedido que haga de la escuela de la República una "prioridad absoluta".
"Ser primer ministro es el honor de una vida", ha dicho Attal a las puertas del Hotel Matignon, la residencia oficial del primer ministro, que deja, ha reconocido, con cierta "frustración" después de ocho meses que le han sabido a "poco".
"Ocho meses es poco, es demasiado poco, no lo oculto, evidentemente hay frustración por dejar mis funciones", ha reconocido Attal, quien a su vez ha enviado un "caluroso" agradecimiento al presidente Macron por haber confiado en él.
Destacando de su sucesor "su casi inigualable experiencia al servicio del Estado", Attal ha dicho que si tuviera que pedirle algo, "sería que siguiera haciendo de la escuela de la República una prioridad absoluta".
"La escuela de la República es la madre de todas las batallas", ha dicho antes de asegurar que la política francesa está "enferma" y que su recuperación pasa, ha subrayado, por que todas las fuerzas parlamentarias estén "a la altura" y "se alejen del sectarismo" en esta "responsabilidad histórica" que tienen ante sí.
Una apreciación que ha compartido Barnier tras tomar la palabra y tras recibir Attal una gran ovación. "Estamos en un momento grave", ha dicho quien tendrá ante sí el reto de gobernar con una Asamblea Nacional más fragmentada que nunca y en la que su partido, Los Republicanos, cuenta con 39 escaños de 577.