Marruecos exprime el gas de España
Las exportaciones por el Estrecho llevan meses a todo gas
España ha reactivado el gasoducto Magreb-Europa hace ya aproximadamente año y medio, cambiando así el flujo de suministro de gas natural desde Marruecos a España. La reanudación del tubo, que cruza el Estrecho de Gibraltar hasta Tarifa, en Cádiz, marcó un gesto significativo del Gobierno español hacia Marruecos, con el objetivo de mejorar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La iniciativa surgió como respuesta a la decisión unilateral de Argelia de cerrar el gasoducto, afectando el suministro de gas natural a Marruecos. España, al revertir el sentido del flujo, proporcionó a Rabat una fuente crucial de gas natural. Sin embargo, este gesto también ha generado tensiones adicionales en las relaciones con Argelia, tradicional proveedor de gas para el mercado español, debido al cambio de postura de España sobre el Sáhara Occidental.
Marruecos ha aprovechado al máximo este acercamiento, incrementando los envíos de gas desde España y posicionándose, por primera vez en la historia, como el principal destino de las exportaciones de gas desde España en enero, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
Durante ese mes, el gasoducto del Estrecho canalizó 868 gigavatios hora (GWh) equivalentes de gas natural desde las plantas españolas a Marruecos, representando más del 28% de todas las exportaciones. Estas reexportaciones han superado los 9.800 GWh en el último año, consolidando a Marruecos como el segundo mayor destino de los envíos de gas desde España, solo por detrás de Francia.
Aunque la capacidad máxima de exportación del gasoducto es de 960 GWh cada mes, se ha utilizado más del 90% de esa capacidad en varios meses, destacando agosto pasado cuando se alcanzó el tope con el envío de 958 GWh a Marruecos, según datos combinados de Cores y Enagás, el gestor del sistema gasista español y de la red de gasoductos.
Es crucial destacar que España no vende directamente gas a Marruecos; su papel se limita a recibir barcos con gas adquirido por Rabat a otros proveedores y reenviarlo a través del gasoducto de Tarifa gracias a las plantas específicas para esa labor. Este gas reexportado cuenta con certificados y monitorización de origen para garantizar que no proviene de Argelia, cumpliendo con las exigencias del Gobierno de Argel.
Este respaldo energético de España a Marruecos ha sido interpretado como un apoyo en medio de la crisis energética y en el marco de los esfuerzos de ambos países por reconducir sus relaciones bilaterales. Sin embargo, esta iniciativa también ha exacerbado las tensiones diplomáticas entre España y Argelia, especialmente a raíz del cambio de postura español sobre el Sáhara Occidental. El Gobierno argelino ha bloqueado parcialmente las relaciones comerciales con España y ha amenazado con romper contratos de suministro de gas si detecta que parte del gas termina siendo revendido a Marruecos, país con el que Argel también ha roto relaciones diplomáticas debido a la cuestión saharaui. El Ejecutivo español niega categóricamente que el gas argelino pueda ser redireccionado a Marruecos y ha implementado un plan especial para evitar tal eventualidad.