Marruecos desvela su ambicioso plan contra la sequía más allá de las desalinizadoras

La sequía amenaza con dejar sin agua potable a los marroquíes. Como respuesta, la entidad encargada de cubrir estas necesidades en el país, Maa Dialna, ha impuesto una serie de medidas para velar por las necesidades de cada territorio, que superan los 1.700 millones de metros cúbicos al año.

Según el diario marroquí Atalayar, Casablanca, Tánger y Marrakech "encabezan la lista de los mayores consumidores de este recurso vital". El Ministerio de Equipamiento y Agua, de la mano del rey Mohamed VI, "ha acelerado las inversiones en este sector".

La capital del país, Rabat, "necesita 45,2 millones de metros cúbicos de agua al año". "Para hacer frente a esta situación, las autoridades han puesto en marcha el proyecto de conexión real entre las cuencas de los ríos Sebú y el Bu Regreg con el fin de garantizar el abastecimiento de agua en la ciudad". 

Por otro lado, Marrackech, el principal destino turístico de Marruecos, "necesita más de 70 millones de metros cúbicos al año". De acuerdo al medio, este abastecimiento procederá de las presas de la cuenca de Tensift y de la presa de Al Massira. 

"Con el objetivo de hacer frente a las necesidades de Agadir, donde se necesitan 50 millones de metros cúbicos de agua al año, se instaló una planta desalinizadora para superar los efectos de la sequía y cubrir la demanda de agua potable", afirma. 

La publicación asegura que en Oujda, una población al norte del país cuya población "está en crecimiento", se necesitan más de 30 millones de metros cúbicos al año, que "se satisfacen gracias a la imposición de medidas urgentes, entre ellas, una planta desoladora construida por la Oficina de Fosfato Sherifian". 

Por último, en Fez, las necesidades de agua alcanzan, según el medio, los 66,2 millones de metros cúbicos. "En 2022, un gran proyecto permitió perforar un gran pozo en la presa de Idriss I, que garantiza un caudal de 2.000 litros por segundo de agua potable".