Un mandatario habla de guerra mundial y de la línea roja que cree que pronto cruzará Occidente en Ucrania
"El mundo nunca estuvo tan cerca de que una guerra local se convierta en una guerra mundial".
El riesgo de que la guerra causada por el ataque ruso a Ucrania se transforme en un conflicto mundial nunca fue tan grande como ahora, ha asegurado hoy el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, quien ha acusado a Occidente de "fiebre bélica" por mandar armas para apoyar a los ucranianos. "El mundo nunca estuvo tan cerca de que una guerra local se convierta en una guerra mundial", advirtió en declaraciones a la radio pública Kossuth.
El primer ministro añadió que "los líderes de Occidente viven en una fiebre bélica" por enviar a Ucrania armas que él considera cada vez más peligrosas, como aviones de combate. Orbán opinó que pronto se planteará el envío de soldados a Ucrania y agregó que el mundo está muy dividido en relación con la guerra.
Así, dijo que frente a la postura de Occidente de respaldar a Ucrania frente al ataque ruso, "los países africanos, los turcos y los chinos piden negociaciones de paz", porque muchos sufren las consecuencias de la guerra, como la inflación y los problemas de abastecimiento de alimentos.
El mejor aliado de Moscú... en la Unión Europea
El Gobierno húngaro es el mejor aliado de Moscú en la Unión Europea (UE) y tanto Orbán como otros ministro aseguran que la inflación que enfrentan los países comunitarios se debe a las sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania, que consideran "erróneas".
"Sin las sanciones, la inflación empezaría a reducirse al instante", opinó en este sentido Orbán. Hungría es el único país comunitario que no ha aprobado aún la entrada de Suecia y Finlandia y la OTAN, que han pedido su adhesión en reacción a la invasión rusa de Ucrania.