La maldición de Chile con su oro blanco
El Gobierno de Gabriel Boric busca recuperar posiciones en la disputada carrera mundial por el litio.
El esperado anuncio del presidente chileno, Gabriel Boric, sobre la Política Nacional del Litio, una de sus grandes promesas de campaña, reactiva la carrera global de Chile para explotar este mineral, imprescindible para la electromovilidad y del que el país suramericano posee las mayores reservas explotables del mundo.
Boric quiere colocar a Chile como “el principal productor" del mineral en el mundo, una posición que ocupó hasta 2017, cuando lo relevó Australia. Su segundo puesto se ve ahora amenazado por otros países: según un estudio del banco JP Morgan, en 2030 Chile podría quedar en cuarta posición, por detrás del líder actual, de China y de Argentina, que apostó por una fuerte inversión en el sector.
Para lograr su objetivo, el presidente chileno propuso crear una Empresa Nacional del Litio, que será 100% estatal, pero que podrá asociarse con privados para el desarrollo de proyectos y buscar alianzas a través de la compañía estatal del cobre, Codelco, con empresas particulares “para la exploración, explotación y agregación de valor”. Sin embargo, recalcó, será el Estado quien tendrá la participación mayoritaria en las iniciativas estratégicas.
Chile "llega tarde"
El profesor de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica Álvaro Videla alerta que “los planes anunciados son de mediano y largo plazo pero, si no se hace algo pronto, la producción de Chile va a caer a un reducido 15% en el mundo, cuando hace 5 años tenía el 49%”. Según él, una menor participación de los privados puede “terminar en un congelamiento” porque Codelco, que es una empresa minera metálica (aunque el litio se comercializa como mineral no metálico), “no tiene el personal y el conocimiento de la industria para desarrollar estos proyectos”.
Los empresarios opinan que en la propuesta del Gobierno el sector privado queda "relegado a un segundo plano” y que es “un contrasentido” requerir su capital sin ofrecerles “el control de cómo se invierte”. Para los expertos, Chile “llega tarde” en su progreso técnico-minero: “Ha habido un nulo desarrollo en la investigación y descubrimiento de reservas de litio porque tampoco ha habido suficiente interés de terceros ni incentivos del Estado”, comenta el director y secretario general de la Cámara Minera de Chile, Patricio Cartagena.
Solo dos empresas en todo el país pueden explotar el litio chileno: la Sociedad Química y Minera SQM, controlada por la china Tianqi y el yerno del exdictador Augusto Pinochet (1973-1990), Julio Ponce Lerou, cuyas acciones se desplomaron tras el anuncio de Boric, y la estadounidense Albemarle.
La ley chilena limita las concesiones para la extracción del mineral solo a quienes tenían licencias anteriores a 1979. Un decreto de ese año, en contexto de la Guerra Fría, declaró al metal de “interés estratégico” por sus posibilidades en la tecnología nuclear: “Durante muchos años ni siquiera se revisó esta situación porque el litio no tenía interés comercial hasta los últimos 15 años”, recuerda Cartagena.
"No se pueden dar más contratos"
A pesar de que en Chile hay cerca de 60 salares, actualmente solo se explota uno: el Salar de Atacama, el más grande de Chile y tercero del mundo, que concentra el 90% de las reservas de litio en el país y el 30% de la producción mundial.
Ubicado en el norte, según los expertos, es el mejor salar del mundo por su concentración de litio, ubicación –está a 2.600 metros de altura– y condiciones de evaporación solar. Sin embargo, las comunidades locales alertan a autoridades y empresarios del riesgo que corre su patrimonio natural y ancestral si se sigue extrayendo el recurso del yacimiento como hasta ahora.
“No se pueden dar más contratos para que vengan a sacar litio si no sabemos el estado de salud del salar, si no sabemos si puede aguantar la extracción que actualmente se realiza o se tiene que empezar a recuperar el lugar”, critica Sergio Cubillos, miembro de la comunidad atacameña (Lickan Antay) de Peine, ubicada en la zona precordillerana del desierto de Atacama.
Videla considera que “hay muchos otros salares” por explorar y que tienen concentraciones de litio suficiente “para competir de igual a igual” en el mercado internacional pero, según explicó Boric ayer, el Estado también participará en la extracción de litio en el yacimiento nortino a través de Codelco “antes del vencimiento de los contratos vigentes”, que tendrán que renegociarse.
Con la explotación de 81.000 hectáreas de este salar, SQM se hace con el 20% de la producción mundial por un arriendo que mantiene hasta 2030 con la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Albemarle arrienda, hasta 2043, otras 16.000 hectáreas. Por estas explotaciones, en 2022 el Estado chileno recibió más de 5.000 millones de dólares.