Lula arremete contra el servicio de Inteligencia al no evitar el asalto a los tres poderes de Brasil
El presidente brasileño dice en una entrevista que tuvo la "impresión" de que Bolsonaro tenía conocimiento de los ataques al Congreso, Tribunal Supremo y Palacio Presidencial
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha arremetido este miércoles contra el servicio de Inteligencia del país al no prevenir el pasado 8 de enero el intento de golpe de Estado por parte de simpatizantes del exdirigente Jair Bolsonaro.
"Lo cierto es que ninguna de estas inteligencias --Ejército, la Oficina de Seguridad Institucional (GSI)-- sirvió para advertir al presidente, decir que esto pudo haber ocurrido", ha declarado en una entrevista con GloboNews.
"Cometimos un error, diría que elemental: mi inteligencia no existía", ha reiterado Lula, explicando que la información que tenía es que no entrarían más autobuses a Brasilia.
El mandatario brasileño ha afirmado que, "si hubiera sabido el viernes que vendrían 8.000 personas", no se hubiera ido de Brasilia, ya que se encontraba en Araraquara, Sao Paulo, cuando ocurrió el asalto a las instituciones, en una visita en solidaridad con las víctimas de los temporales. "Me fui porque todo estaba tranquilo. Incluso porque todavía estábamos viviendo la alegría de la toma de posesión", ha asegurado Lula.
Lula, que ha asegurado que en cuanto conoció la noticia se trasladó a la sede del Ayuntamiento de Araraquara para ponerse en contacto con el Ministerio de Seguridad Institucional, ha reiterado que los asaltantes entraron por la puerta principal del Palacio. "No fue un analfabeto político el que invadió este lugar. Fueron personas que prepararon esto durante mucho tiempo. No tuvieron el coraje de hacer nada durante la toma de posesión", ha sostenido.
"Me dio la impresión de que era el comienzo de un golpe de Estado. Incluso tuve la impresión de que la gente estaba siguiendo la orden y la orientación que dio Bolsonaro durante mucho tiempo", ha asegurado Lula. Asimismo, ha criticado la decisión del exmandatario de guardar silencio después de perder las elecciones presidenciales, así como su salida del país a Estados Unidos, sin participar en la ceremonia de la toma de posesión.
"Como si estuviera huyendo por miedo a algo y su silencio después de evento, me dio la impresión de que sabía todo lo que estaba pasando, que tuvo mucho que ver con lo que estaba pasando", ha expresado, indicando que "posiblemente Bolsonaro esperaba volver a Brasil en la gloria de un golpe de Estado".
También ha criticado al detenido exministro Anderson Torres, que también fue secretario de Seguridad del Distrito Federal, advirtiendo de que "serán sancionados todos los (militares) que hallemos que han participado en los hechos": "Responderán ante la ley", ha zanjado.
A pesar de ello, Lula ha destacado la necesidad de evitar la politización del Ejército. "No quiero meterme en problemas con la Fuerza (Armada), ni que ellos se metan en problemas conmigo: quiero que volvamos a la normalidad", ha aseverado, recordando que los militares tienen que "cumplir con su deber" y "no hacer política".