Los supercazas españoles se alistan a la Policía Aérea de la OTAN para frenar la ira de Rusia
El Policiamiento Aéreo Reforzado forma parte de las medidas de aseguramiento de la OTAN introducidas en 2014.
Ocho aviones F-18 Hornet de la Fuerza Aérea Española llegaron a la Base Aérea de Mihail Kogalniceanu en Rumanía para iniciar una misión de cuatro meses de Policiamiento Aéreo Reforzado de la OTAN (eAP).
El contingente, formado por 150 militares de las Fuerzas Aéreas y Espaciales Españolas, colaborará en las misiones de vigilancia aérea de la OTAN, realizando patrullas y ejercicios junto a la Fuerza Aérea Rumana. Este despliegue de F-18 españoles sustituye a los Eurofighter Typhoon de la Real Fuerza Aérea Británica, que regresan al Reino Unido tras completar su periodo de cuatro meses.
La ceremonia de certificación tuvo lugar el 6 de agosto, con la presencia del Ministro de Defensa Nacional, Angel Tîlvăr, quien destacó la necesidad de adaptarse continuamente al cambiante entorno de seguridad regional. Afirmó: "Debemos mantenernos ágiles ante los cambios en el panorama de seguridad que enfrenta la Alianza, y debemos enviar un mensaje fuerte e inequívoco al público; estamos unidos bajo el paraguas de la mayor alianza de defensa, trabajando juntos para proteger el espacio aéreo del flanco sureste de la OTAN, una región con una arquitectura de seguridad compleja, especialmente tras el estallido de la guerra en Ucrania en febrero de 2022."
El destacamento de 150 militares de las Fuerzas Aéreas y Espaciales Españolas apoyará las misiones de Policiamiento Aéreo de la OTAN. Foto cortesía de la Fuerza Aérea Española.
En la ceremonia también estuvieron presentes el Jefe del Estado Mayor de Defensa, General Gheorghiță Vlad, el Embajador de España en Rumanía, José Antonio Pérez-Solórzano, el Teniente General Juan Pablo Sánchez de Lara, Comandante del CAOC Torrejón y el Mayor General Leonard Baraboi, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Rumana.
El Policiamiento Aéreo Reforzado forma parte de las medidas de aseguramiento de la OTAN introducidas en 2014, tras la anexión ilegal de Crimea por Rusia. La Alianza implementó estas medidas para demostrar la determinación colectiva de los Aliados, mostrar la naturaleza defensiva de la OTAN y disuadir a Rusia de cualquier acto de agresión o amenaza.
Los despliegues de Policiamiento Aéreo Reforzado se planifican con antelación y se rotan entre los Aliados de la OTAN, garantizando la disuasión y defensa colectivas, protegiendo y asegurando la integridad del espacio aéreo de la OTAN.
