Los otros Von der Leyen: españoles y hasta curas entre los demás candidatos a la Comisión Europea

Los otros Von der Leyen: españoles y hasta curas entre los demás candidatos a la Comisión Europea

La alemana aspira a revalidar el cargo como cabeza de lista del PPE, pero el peso de los grupos, los países y las presiones acabarán decidiendo. Estos son sus rivales. 

Nicolas Schmit, Terry Reintke, Walter Baier, Valeriu Ghiletchi, Marie-Agnes Strack-Zimmermann y Raul Romeva.Getty Images / Wikipedia Commons

Ursula von der Leyen, la alemana que ha capitaneado la Comisión Europea (CE) en los últimos cinco años, es la favorita para convertirse en su presidenta, de nuevo, tras las elecciones del próximo 9 de junio. La candidata del Partido Popular Europeo (PPE) parte con la ventaja de la experiencia, de las buenas relaciones que tiene incluso con grupos opositores y estados de todo signo político y, claro, con la base de escaños que se espera que logre su bloque: los sondeos dicen que será el más votado y logrará 180 europarlamentarios sobre un total de 720.

Pero las encuestas, encuestas son, y para pactar los llamados top jobs en la Unión Europea, lo altos puestos de las instituciones, hacen falta buenos datos, mucha diplomacia, alianzas, ejes, bloques y paciencia. Así que no está todo el pescado vendido. Y hay muchos candidatos más peleando por estar en lo más alto del edificio Berlaymont de Bruselas, donde la alemana conservadora tiene ahora su despacho. 

Estos son todos los otros aspirantes a presidir la Comisión Europea. 

Nicolas Schmit y Pedro Sánchez, el pasado 2 de marzo, en el congreso de los socialistas europeos celebrado en Roma.Stefano Spaziani / Europa Press via Getty Images

Nicolas Schmit, Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas

El principal rival de Von der Leyen se llama Nicolas Schmit (10 de diciembre de 1953-Differdange, Luxemburgo) y es socialista, miembro del Partido Socialista Obrero Luxemburgués (PSOL) y del Partido de los Socialistas Europeos (PSE). Afable, empático, dialogante, dicen en su grupo parlamentario. 

Es el hijo único de un carpintero, nieto de una de las víctimas de la invasión nazi de Luxemburgo en 1940, por lo que hace gala doble de sus orígenes trabajadores y de motivos para defender la democracia por encima del común de los europeos. 

Tiene estudios en Literatura francesa e Historia, que simultaneó con Ciencias Políticas en Aix-en-Provence. En 1978, obtuvo un Diploma de Estudios Avanzados en Relaciones Internacionales y cuatro años después finalizó un doctorado en Ciencias Económicas en la Facultad de Derecho y Economía de Aix-Marsella. Su tesis doctoral sobre la regulación del libre comercio en la Unión Europea dejaba pistas sobre hacia dónde se dirigían los pasos de Schmit, que para entonces llevaba años militando con los socialistas luxemburgueses de LSAP.

Su carrera, de inicio, fue académica, ya que entre 1978 a 1979, trabajó como investigador en relaciones internacionales económicas en la Universidad de Aix-Marsella III, y el salto a la política activa lo dio directamente entrando en la administración: de 1979 a 1983 fue agregado en el Ministerio de Estado, antes de ser secretario legislativo del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1984, se convirtió en el jefe de gabinete de Jacques Poos, uno de los referentes de la socialdemocracia en su país. 

En 1989 ganó cuerpo interno, porque se convirtió en secretario del PSOL en la cámara de diputados y al año siguiente y hasta 1992 fue consejero de la Representación Permanente de Luxemburgo ante la Unión Europea, en Bruselas. Ahí entró en la burbuja y la conexión dura hasta hoy. En su hoja de servicios está el mérito de haber participado en el trabajo de la Conferencia Intergubernamental que condujo al Tratado de Maastricht

Desde entonces, Schmit ha logrado una larga experiencia en Europa, ya que ha sido comisario europeo de Trabajo y Derechos Sociales en el Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen desde 2019. Ya se sabe, la Comisión es plural en partidos y en países. También fue diputado europeo y sólo se distanció un poco en el tiempo en que ocupó el cargo de ministro de Trabajo, Empleo y Solidaridad (2004 a 2019), a las órdenes de Xavier Bettel. También fue el representante personal del primer ministro en la Conferencia Intergubernamental que preparó el Tratado de Niza, con visión nacional y global. De 2002 a 2003, representó a su estado como miembro suplente en las reuniones de la Convención Europea sobre el Futuro de Europa, por lo que, incluso en cargos en Luxemburgo, ha estado volcado con la construcción europea. 

"Sus primeros pasos en el Ejecutivo comunitario fueron en modo gestión de crisis, con la incertidumbre para el empleo en toda Europa que trajo la pandemia del coronavirus: se puso en marcha el fondo europeo SURE contra el desempleo, para evitar despidos masivos por la congelación de la actividad económica y sufragar con él el gasto de programas nacionales como los ERTE", recuerda EFE. Otro de los hitos de Schmit fue la directiva que fija estándares sobre cómo debe establecerse el salario mínimo en los países del club comunitario, que aunque no prescribe cifras específicas sí que obliga a los Estados miembros a que establezcan un procedimiento para fijarlos y actualizarlos con criterios claros. En los últimos meses, el mayor dolor de cabeza se lo ha dado la directiva de trabajadores de plataformas, que -sin llegar a los estándares de la ley rider española– buscaba reducir el número de falsos autónomos en empresas como Uber o Deliveroo, entre otras.

"La reactivación de la economía pospandemia, la reacción a la invasión rusa de Ucrania o el protagonismo de las transiciones verde y digital han dejado menos espacio que el luxemburgués hubiera querido a las políticas de las que él es responsable", constata la agencia española.

Este veterano de la escena comunitaria, pues, que se ha forjado un perfil marcadamente social y está centrando ahora su campaña en su deseo de ser impulsor de los derechos laborales de los trabajadores de plataformas o lograr un salario mínimo europeo. Problema: no es un rostro conocido para los votantes, por eso se está afanando con una agenda especialmente completa, aunque sabe de las oportunidades de su rival.  

En 2019, cuando competía por el puesto de comisario luxemburgués, le pidieron que enviase a Von der Leyen un mensaje "personal". ¿Y cómo convenció a la que acabó siendo su jefa? Según la revista Land, el mensaje fue simple: "Casado, cuatro hijos". Ahora aspira a más, a quedarse con la silla de su presidenta. De momento, los sondeos dicen que su grupo será el segundo más votado, tras el Partido Popular Europeo de la alemana. 

Marie-Agnes Strack-Zimmermann, atendiendo a los medios el pasad 31 de mayo en Berlín.Omer Messinger / Getty

Marie-Agnes Strack-Zimmermann, Renew

Los liberales, unidos bajo la marca Renew Europe (Renovar Europa), han lanzado una candidatura a tres bandas. No es algo insólito, aunque en España nos suene raro: es una apuesta por diversificar las oportunidades, por repartir el protagonismo y contentar a las corrientes internas y por multiplicar los mensajes. 

En esa ocasión, presentan a la eurodiputada Valérie Hayer, presidenta de Renew Europe y candidata de los no afiliados; al también eurodiputado Sandro Gozi, como candidato de EDP (los demócratas europeos), y a Marie-Agnes Strack-Zimmermann como candidata del Partido ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa). 

Conozcamos a esta última, por su perfil novedoso y sus potentes mensajes. Strack-Zimmermann (de soltera Jahn, Düsseldorf 10 de marzo de 1958), es tan controvertida como popular en Alemania, pero bastante desconocida en Bruselas, por lo que su nominación ha cogido a muchos por sorpresa. Un ejemplo de por qué llama tanto la atención: no se corta en sus declaraciones y, en mitad de la campaña, ha afirmado que el canciller de su país, el socialista Olaf Scholz, tiene "rasgos autistas" por su "incapacidad para explicar sus acciones a los ciudadanos" y que es "un moralista" sobre la invasión rusa de Ucrania. 

Entre 1978 y 1983 estudió Periodismo, Política, Lengua y Literatura alemanas en la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, de la que es doctora. Durante más de 20 años trabajó como representante editorial independiente para la editorial de libros juveniles Tessloff. Desde finales de la década de los 90 y hasta 2023, Strack-Zimmermann participó de forma activa en la política local de su ciudad natal y fue miembro del consejo de la capital del estado durante casi dos décadas.

Entre 2004 y 2009 y de 2014 a 2017, la política germana fue presidenta del grupo parlamentario del Partido Democrático Libre (FDP, según sus siglas en alemán). También fue vicepresidenta federal de la misma formación entre 2013 y 2019 y tuvo un papel destacado en la negociación -centrada en política exterior, derechos humanos y defensa- que cuajó finalmente en el acuerdo a tres entre socialdemócratas, verdes y liberales que sustenta el Ejecutivo de Berlín. 

Actualmente, preside el Comité de Defensa del Bundestag alemán (el parlamento), un cargo que tiene desde diciembre de 2021. Por esa labor, forma parte también de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. En los papeles ha destacado por la fiereza de sus comentarios, en un momento de tensión por la guerra en Ucrania: ha presionado constantemente a Scholz para que aumente el apoyo militar mediante el suministro a Kiev de más munición y armas de largo alcance, incluidos misiles de crucero Taurus

La defensa y la economía de libre mercado son los ejes de su programa y el de sus compañeros, en el que prometen menos burocracia, más libertades individuales y más seguridad para los europeos. En realidad, ninguno de los tres liberales tiene posibilidades de ocupar el puesto de líder de la CE. Los últimos sondeos apuntan a que el grupo Renew podría caer del tercer al quinto puesto en la votación de junio, perdiendo su posición de líder en favor de los grupos de extrema derecha.

Terry Reintke, el pasado 29 de marzo en un acto de campaña en Brandeburgo (Alemania).Christoph Soeder / dpa / picture alliance via Getty Images

Terry Reintke, Los Verdes

También presenta una candidatura múltiple el grupo de Los Verdes: la alemana Terry Reintke y el holandés Bas Eickout son los elegidos. 

Ella, Theresa Terry Reintke, nació en un Día de Europa, el 9 de mayo de 1987, en Gelsenkirchen (Alemania). Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Libre de Berlín. Su tesis la tituló: "Las ONG locales y la violencia sexualizada en los conflictos de los Balcanes". 

Muy comprometida desde adolescente cn movimientos ecologistas y feministas, entre 2008 y 2009 ya fue miembro de la junta ejecutiva de las Juventudes Verdes de Alemania De 2011 a 2013 actuó como portavoz de la Federación de Jóvenes Verdes Europeos. 

Se puede decir, pese a su juventud, que es una veterana de Bruselas, porque resultó elegida al Parlamento Europeo ya en las elecciones europeas de 2014, por lo que se encamina ya a su tercera legislatura en el hemiciclo. En estos años, ha formado parte de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y la Comisión de Desarrollo Regional durante su primer mandato. En 2019, pasó a formar parte de la de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, donde ha sido especialmente activa en la supervisión del cumplimiento del Estado de derecho en Polonia bajo el anterior Gobierno de derecha extrema. 

Reintke, además, es copresidenta del Grupo Interno el Parlamento Europeo sobre Derechos LGBTI, miembro del Grupo Interno sobre Anticorrupción y del de Sindicatos, lo que da muestra también de sus intereses y de las apuestas de su formación. En el caso de los derechos de los homosexuales, cabe recordar que fue detenida junto a otros correligionarios cuando quiso hablar públicamente en el Orgullo de Estambul en junio de 2016.

Tras las elecciones de 2019, Reintke formó parte de un grupo de trabajo multipartidista encargado de redactar el programa de trabajo del Parlamento Europeo sobre Estado de Derecho, fronteras y migración, en el que fue peleona con la puesta en riesgo del derecho de asilo con el nuevo Plan comunitario. Desde entonces ha sido vicepresidenta del grupo Los Verdes-Alianza Libre Europea (Verdes/ALE), bajo el liderazgo de los copresidentes Ska Keller y Philippe Lamberts. Es la savia nueva que les dará relevo, según todos los analistas. 

Desde 2021, Reintke forma igualmente parte de la delegación del Parlamento en la Asamblea Parlamentaria UE-Reino Unido, que proporciona supervisión parlamentaria sobre la implementación del Acuerdo de Cooperación y Comercio UE-Reino Unido, importante tras el Brexit. 

En las negociaciones para la formación de la llamada coalición semáforo entre el Partido Socialdemócrata (SPD), el Partido Verde y el Partido Democrático Libre (FDP) tras las elecciones alemanas de 2021, Reintke formó parte de la delegación de su partido en el grupo de trabajo sobre Asuntos europeos. Su carácter, amigable y dialogante, la ha llevado a negociaciones similares incluso a nivel estatal en su país. 

En diciembre de 2017, Reintke apareció en la cobertura de la revista TIME, en la edición Persona del Año, como parte de los Silence Breakers, reconocidos por hablar en contra del abuso y el acoso sexual.

Raul Romeva, en una imagen de archivo de 2020 en el Parlamento de Cataluña.Miquel Benitez / Getty

Raül Romeva, Alianza Libre Europea

En las candidaturas a las elecciones del domingo hay también un independentista catalán como Raül Romeva, el que fuera conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalidad entre 2016 y 2017 y que acabó condenado por el Tribunal Supremo a 12 años de prisión e inhabilitación por sedición y malversación por el procés. 

Romeva (Madrid, 12 de marzo de 1971) participa en nombre de la Alianza Libre Europea, en una candidatura compartida con la germano-danesa Maylis Rosberg. No es para nada nuevo en el Europarlamento, porque ya fue diputado entre 2004 y 2014 por Iniciativa per Catalunya Verds, adscrito al Grupo Parlamentario Verdes/ALE. De su actividad parlamentaria cabe destacar sus informes sobre el comercio internacional de armas, muy críticos con el papel de diversos Estados de la Unión Europea sobre esta materia, y su labor como miembro del InterGrupo LGTB.

Luego pasó a ser diputado en el Parlamento de Cataluña en 2015, como cabeza de lista por la circunscripción de Barcelona de la candidatura independentista de Junts pel Sí. Las últimas elecciones a las que había concurrido fueron las generales españolas de 2019, cuando se presentó como candidato al Senado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y fue elegido. 

Tomó posesión de su cargo durante la sesión constitutiva del Senado de la XIII Legislatura pero fue suspendido en sus funciones de inmediato, en aplicación del artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que prevé esta medida para aquellos cargos públicos procesados por rebelión y en prisión preventiva, como era su caso. Romeva permanece inhabilitado para ejercer un cargo público hasta 2030 por la sentencia del procés y salió por primera vez de la cárcel para trabajar en 2020. Está libre desde junio de 2021. 

Se licenció en Ciencias Económicas y se doctoró en Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde ha ejercido como profesor de Relaciones Internacionales. Su apuesta por la política internacional le ha llevado a tener importantes ocupaciones en el exterior: ha trabajado como analista sobre conflictos armados y rehabilitación postbélica en el Centro UNESCO de Cataluña, en la ONG Intermón Oxfam y en la Escuela de Cultura de la Paz de la UAB. 

También ha sido consultor de las Naciones Unidas. Entre 1995 y 1996 fue responsable del programa educativo y de Cultura de la Paz de la Unesco en Bosnia y Herzegovina, donde entre 1996 y 1997 ejerció como observador electoral de la OSCE. Lleva décadas, también, muy preocupado por el ecologismo, vinculado a organizaciones como Greenpeace. 

Walter Baier, el pasado 23 de mayo en Bruselas, antes de entrar al primer debate televisado con los demás candidatos.Dursun Aydemir / Anadolu via Getty Images

Walter Baier, Izquierda Europea

Walter Baier (Viena, 9 de febrero de 1954) es otro casi desconocido para los electores y hasta para el mundillo comunitario de Bruselas. El candidato de la Izquierda Europea no lo ve un problema: "Francamente hablando, Europa no es sólo Bruselas", se defiende ante los que creen que eso le puede complicar las aspiraciones a la presidencia de la CE. 

El partido llega muy dividido a los comicios y podría enfrentarse a la pérdida de parte de los eurodiputados que ahora forman parte de su grupo en la Eurocámara. El mejor ejemplo de ello, los españoles Sumar y Podemos. 

El político austríaco preside el partido desde diciembre de 2022 pero hasta entonces su experiencia en la política europea había sido limitada. Se presenta a las elecciones como spitzenkandidat pero no entrará en ninguna lista nacional por lo que tras los comicios no será eurodiputado. "Europa son 27 naciones y cientos de ciudades y millones de ciudadanos. La Izquierda Europea quiere ser la voz de estas personas, cuyas voces se oyen muy poco en Bruselas", es un idea central. 

Baier procede de un familia comunista y su padre sobrevivió a los campos de concentración de Dachau y Auschwitz. Siendo adolescente, ya estaba en política. Se unió a la Asociación de Estudiantes Socialistas de Secundaria y en 1972 se sacó el carnet comunista. En 1974, Walter Baier comenzó a estudiar economía en la Universidad de Viena. Como representante estudiantil, ocupó diversos cargos en la Unión de Estudiantes nacional. En 1977, fue elegido presidente de la entonces Asociación de Estudiantes Comunistas y miembro del Comité Central del KPÖ. Durante más de una década sería, luego, el presidente del Partido Comunista de Austria.

Siempre ha sido antimilitarista, ha trabajado como editor de prensa, ha sido un destacado perseguidor de neonazis en su país, pero también ha sido criticado en el seno de su formación por reestructurarla y echas a la calle a decenas de empleados o vender sus casas okupadas

La Izquierda se ha marcado cinco prioridades para la próxima campaña: los derechos civiles, la paz y la democracia, el coste de la vida, la crisis climática y los servicios públicos y derechos sociales.

  Anders Vistisen, en una imagen de archivo, durante una rueda de prensa en Milán (Italia) ante las elecciones europeas de 2019.Emanuele Cremaschi / Getty Images

Anders Vistisen, Identidad y Democracia

El candidato de la ultraderecha se llama Anders Vistisen y es danés. Nacido el 12 de noviembre de 1987 en Vridsted, forma parte del Partido Popular Danés. Estudió Derecho en la Universidad de Aarhus y, tras licenciarse, trabajó como consultor jurídico en el Parlamento de la UE de 2012 a 2014. Su experiencia como europarlamentario se remonta a las dos legislaturas pasadas. Completó la comprendida entre 2014 y 2019, en la que se convirtió en el miembro más joven del hemiciclo. Tenía apenas 26 años. Luego, entró a medias en la segunda, en noviembre de 2022, en sustitución de un compañero. 

Actualmente, es primer vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo y suplente de las Comisiones de Empleo y Asuntos Sociales y Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Detener la migración ilegal y frenar la ampliación de la Unión Europea han sido en este tiempo sus grandes caballos de batalla. 

Anteriormente, formó parte del consejo regional de la Región Central de Jutlandia (entre 2009 y 2014) y fue edil en el ayuntamiento de Randers, en 2014. Entre 2012 y 2015 fue presidente nacional de las Juventudes del Partido Popular Danés.

El 1 de marzo de 2018, Vistisen fue uno de los tres eurodiputados daneses que votaron en contra de una moción para alentar a los parlamentos nacionales a prohibir las "terapias de conversión gay". 

Ante la posibilidad de un ascenso de las fuerzas ultras en estos comicios, se muestra confiado en que sabrán destacar lo que acerca  a los dos grupos radicales frente a lo que los separa. "Los grupos de derecha del Parlamento Europeo unirán sus fuerzas", augura el representante de Identidad y Democracia, en el que se engloban partidos como la Agrupación Nacional de Marine Le Pen (Francia). "Está claro que solo el miedo a que tengamos unas buenas elecciones ha provocado cierta respuesta que no se veía desde la crisis migratoria de 2015. Así que lo que vamos a vivir a nivel europeo es lo que ya hemos visto en Dinamarca, Suecia o Países Bajos: que el auge de la derecha conservadora euroescéptica hará que el resto de partidos ajusten sus políticas más demenciales en lo que se refiere al Pacto Verde, migración, etcétera", decía en una entrevista con Euronews

Valeriu Ghilețchi, durante una intervención parlamentaria.WIKIPEDIA COMMONS

Valeriu Ghiletchi, Movimiento Político Cristiano Europeo

Por tener variedad, estas elecciones tienen hasta un religioso en la rampa de salida. Se trata del ciudadano rumano-moldavo Valeriu Ghiletchi (8 de julio de 1960 , Pînzăreni, Moldavia) un pastor que preside el único partido europeo que promueve de forma explícita los valores cristianos en la política, el Movimiento Político Cristiano Europeo.

Su familia sufrió persecución religiosa en su país natal, Moldavia, cuando todavía formaba parte del bloque soviético. Luego estudió Ingeniería en Odesa (hoy una de las ciudades más asediadas de Ucrania) y trabajó durante años en empresas de radio. Cuando cayó la URSS se licenció en Divinidad, equivalente a Teología, en la Universidad Bautista Emmanuel de Oradea (Rumanía). Fue ordenado pastor bautista en 1996, como lo fue su abuelo. 

Desde un par de años años, ocupó el cargo de rector del Instituto Bautista Moldavo de la Santísima Trinidad y, luego, llegó a decano académico de la Facultad de Teología y Educación en Chișinău (Moldavia). 

Tiene experiencia en Europa porque durante nueve años fue miembro de la delegación moldava ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y en 2012 fue elegido vicepresidente de la Comisión de Asuntos Sociales, Salud y Desarrollo Sostenible. Actualmente, trabaja como asistente del vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores e Integración Europea en el Parlamento moldavo.

Ha variado en su militancia, del Partido Liberal Democrático de Moldavia al Partido Popular Europeo (PPE), hasta llegar a los religiosos. Sostiene que lo que no cambian son sus preocupaciones: fue relator de informes sobre la lucha contra el turismo sexual infantil y miembro de la Red Parlamentaria para detener la violencia sexual contra los niños en Moldavia. Los "principios morales cristianos" son su guía en política y el "bien", su programa. 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en Buenos Aires, en junio de 2023.EFE/Juan Ignacio Roncoroni

El proceso de elección

Como informa el Parlament Europeo, el proceso de cabezas de lista "brinda a los votantes en las elecciones europeas la oportunidad de influir en quién dirigirá la Comisión Europea", aunque luego queda mucha tela que cortar.

El sistema de Spitzenkandidaten (candidato principal, en alemán) es el que debe primar: el aspirante del partido político europeo que obtenga más escaños en las elecciones es considerado candidato a presidir la Comisión Europea, que es el órgano ejecutivo de la UE. Los Tratados de la UE estipulan que después de las elecciones, los países de la UE nominan a un candidato para el cargo de Presidente de la Comisión, pero deben tener en cuenta los resultados de las elecciones europeas.

En diciembre de 2023, los eurodiputados exigieron un "vínculo claro y creíble" entre la elección realizada por los votantes y la elección del presidente de la Comisión, que el proceso dependiera de verdad de asegurarse una mayoría en el Parlamento, mientras que los acuerdos secretos en el Consejo Europeo deberían detenerse. Y es que la actual presidenta, Von der Leyen, llegó al cargo envuelta en la polémica, porque el candidato de su gente, el PPE, era Manfred Weber, pero fue una alianza entre la entonces canciller alemana Angela Merkel y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la que lo quitó de la ecuación y elevó, al final, a la entonces ministra de Defensa germana, que ni se poodía imaginar la propuesta de irse a Bruselas. 

El Parlamento elige al nuevo presidente de la Comisión, al fin, por mayoría absoluta, la mitad de los diputados en ejercicio más uno. Si un candidato no obtiene suficientes votos, los países de la UE tienen que presentar otro candidato.

Tras las elecciones, aún si los números están muy claros, quedan semanas de intensas de negociaciones para cuadrar quién lleva los mandos de la nave europea.

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Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.