Los líderes de la UE pactan la renovación de su cúpula institucional sin el "sí" de Meloni
La ultra italiana se ha quejado públicamente de haber quedado excluida de las conversaciones entre los negociadores de las tres principales familias proeuropeas.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) dieron este jueves su luz verde a la terna de nombres para la cúpula institucional comunitaria de los próximos cinco años, un pacto en el que finalmente no han contado con el apoyo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, molesta por haber sido excluida de las negociaciones previas.
En poco menos de una hora de debate sobre los altos cargos, los líderes de los Veintisiete sellaron una mayoría favorable al reparto que los seis negociadores de las principales familias políticas proeuropeas habían "cocinado" en las últimas semanas: Ursula von der Leyen presidenta de la Comisión Europea, António Costa presidente del Consejo Europeo y Kaja Kallas alta representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad.
Recién nominada y en rueda de prensa, Von der Leyen aseguró que durante las próximas tres semanas antes de su voto de confirmación en el Parlamento Europeo buscará "convencer a una mayoría fuerte para una Europa fuerte" y recalcó que quiere cooperar con partidos y eurodiputados que estén a favor de la Unión Europea, de Ucrania ante la invasión rusa y del Estado de derecho.
Desde Portugal por videoconferencia, Costa también aseguró que asume esta responsabilidad "con un enorme sentido de misión" y se comprometió a promover la unidad entre los 27 Estados miembros y a aplicar la agenda estratégica aprobada hoy por el Consejo, que orientará a la Unión Europea en los próximos cinco años.
Y en Bruselas, donde participaba en la cumbre en calidad de primera ministra de Estonia, Kallas señaló que los principales retos a los que se enfrentará al frente de la diplomacia de la UE serán la guerra en Europa y la inestabilidad en la vecindad comunitaria y a nivel mundial.
El acuerdo llega menos de tres semanas después de unas elecciones al Parlamento Europeo que han dibujado un hemiciclo más escorado a la derecha pero en el que aún se mantiene una mayoría de centro, si bien más estrecha que en años anteriores.
Ese Parlamento Europeo será la próxima parada de Von der Leyen en el camino a asumir de nuevo la presidencia de la Comisión Europea, ya que allí tendrá que encontrar una mayoría de 361 eurodiputados sobre un hemiciclo de 720 escaños.
Más allá de los apenas 400 escaños que suman ahora populares, socialdemócratas y liberales, la coalición que ha sostenido su anterior mandato, Von der Leyen podría buscar más apoyo en los Verdes o en la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que precisamente ha sido una de las protagonistas de la cumbre europea.
Meloni, junto a Orbán fuera del consenso
La italiana, que pertenece a los Conservadores y Reformistas Europeos, se ha quejado públicamente de haber quedado excluida de las conversaciones entre los negociadores de las tres principales familias proeuropeas para preparar una terna de nombres para la cumbre pese a que su grupo parlamentario es ahora el tercero más grande en la Eurocámara, por delante de los liberales.
Aunque un grupo de los líderes de los Veintisiete, principalmente del Partido Popular Europeo, habían abogado antes de la cumbre por tratar de contar con el apoyo de Meloni para la nueva cúpula institucional de la UE, no pudo ser: la italiana se abstuvo sobre la nominación de Von der Leyen y votó en contra de Kallas y Costa.
"Considero que es un gran error y sobre todo una falta de respeto a los ciudadanos europeos, al voto expresado por los ciudadanos, y por tanto he decidido respetar las indicaciones de los ciudadanos. No lo apoyamos", dijo a la salida de la cumbre Meloni.
Fuera del consenso se quedó también el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que votó en contra de Von der Leyen y se abstuvo con Kallas, aunque votó a favor de Costa, con quien tiene una buena relación.
Fuentes diplomáticas daban por perdido el apoyo de Orbán, pero sí hubieran preferido tener el de Meloni aunque sobre el papel no fuese necesario, con vistas a no enrarecer la relación con la italiana de cara a una legislatura que se antoja compleja.
"Son buenas personas que garantizan un buen trabajo y que también se preocuparán de que Europa, en los próximos años, en tiempos tan difíciles, esté bien posicionada", dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, negociador de la familia socialdemócrata.
Preguntado hasta en tres ocasiones por las reticencias de Meloni, el canciller alemán insistió en que Von der Leyen debe buscar el apoyo de populares, socialdemócratas y liberales europeos en el Parlamento Europeo y confió en que esa mayoría será suficiente para que la alemana repita en el cargo.