Los expertos en la guerra lo tienen muy claro: aquí es donde terminará la guerra Ucrania-Rusia
La recuperación de este territorio sería una derrota devastadora para Putin.
En la invasión rusa de Ucrania, Crimea se ha convertido en el escenario central en el que el ejército ucraniano está logrando los avances más importantes. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha puesto de manifestado la importancia estratégica que tiene, en la fase actual de la guerra, tener el control de la península y del Mar Negro. Expertos consultados por la revista Business Insider coinciden en que la recuperación de este territorio, anexionado por Rusia en 2014, sería un duro golpe para el presidente ruso, Vladimir Putin, y cambiaría significativamente el curso del conflicto armado.
Ha pasado una década desde que Rusia ocupase ilegalmente y reclamase la titularidad de la región que se ha convertido en el gran caballo de batalla de la guerra. De hecho, desde la anexión, Ucrania ha denunciado continuamente que se trata de una ocupación ilegal. De hecho, la región ha sido un punto caliente del conflicto y Zelensky ha insistido una y otra vez que cualquier acuerdo de paz con Rusia debe incluir la devolución de Crimea.
Recientemente, Ucrania ha completado con éxito varios ataques sobre Crimea, como la eliminación de las defensas aéreas de Rusia y otro ataque al aeródromo de Balbek. Elina Beketova, analista del Centro de Análisis de Políticas Europeas, atribuye el debilitamiento de la posición militar rusa en la península a la meticulosa preparación de las ofensivas y al apoyo, tanto aéreo como satelital, de la OTAN.
La flota rusa en el Mar Negro también ha sufrido grandes pérdidas por los ataques con drones marinos desde Ucrania, algo que ha permitido reanudar los cruciales envíos de grano a través de esta vía marítima y, de paso, forzar la reubicación de las operaciiones de la flota rusa fuera de Sebastopol. Además, el ejército ucraniano ha logrado hundir el buque insignia de Rusia, el Moskva, lo que ha aumentado la presión sobre Rusia.
Otro objetivo crucial es el puente Kerch, que conecta Crimea con la Rusia continental. La infraestructura, visto como un símbolo del control ruso, ha recibido ataques en múltiples ocasiones desde Ucrania. Aunque aún no lo han destruido, su vulnerabilidad ha obligado a Rusia a tomar medidas para protegerlo y reducir su dependencia de esta infraestructura.
Históricamente, Crimea tiene un valor significativo para Rusia, tanto militar como simbólicamente. Desde su anexión por Catalina la Grande en 1783, la península ha sido una pieza central en la estrategia militar rusa. La pérdida de Crimea sería un golpe no solo militar, sino también psicológico para Rusia, afectando su moral y su percepción pública.
Los ataques continuos de Ucrania en Crimea y los futuros embates, especialmente con la posible llegada de cazas F-16, están aumentando la presión sobre las defensas de Rusia. Frederik Mertens, del Centro de Estudios Estratégicos de La Haya, señala que la limitada maniobrabilidad rusa en la península podría facilitar una ofensiva efectiva.
Por su parte, Maria Snegovaya, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, insiste en que Rusia no puede permitirse la pérdida de Crimea, lo que convierte a este territorio en una moneda de cambio en cualquier futura negociación. La capacidad que tenga el ejército de Zelensky para recuperar la península podría ser el factor decisivo que marque el final de la guerra en Ucrania, redefiniendo el equilibrio de poder en la región.