"Lo siento": Sunak se marcha reivindicando su gestión pero encajando "el enfado y la decepción" popular
El premier saliente de Reino Unido dice que "ha recibido la clara señal" de cambio pero insiste en que deja el país "más seguro y más fuerte" que antes. Abandonará el liderazgo de los conservadores en cuanto haya sustituto.
Rishi Sunak ya ha dejado el 10 de Downing Street. El primer ministro británico ha abandonado la sede y residencia del Gobierno tras el hundimiento de su formación, la conservadora, en las elecciones de ayer jueves. Su discurso ha tenido dos ejes: asumir el fracaso y reivindicar, a la vez, lo hecho. Y un anuncio: dimitirá como líder tory una vez que se elija a un sucesor.
Sunak, acompañado de su esposa Akshata Murty -visiblemente afectada-, ha repetido varias veces "lo siento", ha explicado que "ha recibido la señal clara" de que el Gobierno tenía que cambiar y se aferra al juicio popular, "el único" que vale y decide, para encajar los terribles datos. Toma nota del "enfado" y la "decepción", "me hago cargo", dice. Y ha pedido perdón a todos quienes le han ayudado en campaña y no han visto correspondidos sus esfuerzos con una victoria.
Sunak no seguirá en el Gobierno ni en el partido, al que llegó hace dos años tras una encadenada pérdida de líderes, Boris Johnson y Liz Truss, prometiendo unidad e integridad, sin lograr ni la unidad interna ni la credibilidad entre los electores. Ahora, defiende que hay gente de valía en sus filas para darle la vuelta a la crisis actual, fuera del Ejecutivo tras 14 años en el poder y con datos mediocres. A quien venga, le ha recordado que "es necesario" cumplir con la labor de oposición en la Cámara de los Comunes, donde de momento han perdido a pesos pesados, incluyendo ocho ministros y una expremier. En su discurso de toma de posesión, prometió dar estabilidad al país y eso pide para el futuro.
Pero es más que un deseo: Sunak se ha ido dejando dicho que, a su entender, ya iban por el buen camino. Por eso, ha hecho una lista de los logros que estaba cosechando en los últimos tiempos, pocos, breves, que lo llevaron a convocar las elecciones con seis meses de adelanto, intentando recoger frutos. Hablamos de la inflación: llegó a alcanzar el 11,1 % y ahora no llegaba al 2,3 %, la cifra más baja desde julio de 2021. Extrañamente, junto a ese dato económico ha enfatizado que con él han mejorado las cosas en Irlanda del Norte, que se ha "fortalecido". En general, estima, pese a su adiós, que Reino Unido es ahora "más seguro, más fuerte que antes, más próspero, justo y resiliente" que en 2010.
Sunak estará triste o enfadado o decepcionado, pero ha demostrado también que las formas no se pierden. El conservador ha deseado lo mejor a su sucesor, el laborista Keir Starmer, que lo ha dejado KO sobre el ring, porque sabe que "sus éxitos serán los nuestros". No ha sido empalagoso ni parecía falso, el mandatario saliente le ha deseado "lo mejor" al progresista, "cualesquiera que sean nuestros desacuerdos", y hasta ha tenido un gesto humano al pedir "respeto" y "comprensión" para todo el proceso de traslado y de inicio de una nueva vida en la calle más famosa de Londres, para él, su esposa y sus dos hijos adolescentes. "Es un político "decente que respeto", ha dicho.
El tory ha reconocido que ha pasado unos "días difíciles", pero que en ellos ha constatado que vive "en el mejor país del mundo". Han sido sus últimas palabras en el atril de Downing Street, bajo la mirada del gato Larry. Luego, se ha montado en un coche oficial y se ha trasladado al palacio de Buckingham, residencia de la familia real británica, para presentar su dimisión como primer ministro ante el rey Carlos III. Después de esta audiencia, el político conservador abandonará el palacio por una puerta trasera, sin ser visto por los medios, y se estima que volverá a su circunscripción electoral en el norte inglés.
El camino al abismo
El Partido Conservador sufrió una derrota histórica al perder más de 240 escaños y quedarse con apenas 119, menos del nivel más bajo registrado por esa formación en 1906, cuando sacó 156 escaños.
Varios ministros conservadores fueron derrotados por los avances de los liberaldemócratas en circunscripciones tradicionalmente 'tories', como ha sido el caso de la ministra de Educación, Gillian Keegan, el titular de Justicia, Alex Chalk, la responsable de Cultura, Lucy Frazer, o la de Ciencia, Michelle Donelan.
La ex primera ministra 'tory' Liz Truss, cuyo mandato duró apenas 44 días tras su desastroso plan fiscal que hizo temblar los mercados en 2022, perdió su escaño inglés de King's Lynn & Norkolk, que recayó en manos de los laboristas.
Sunak, que había convocado las elecciones el 22 de mayo, confiaba en repetir mandato con el mensaje de una mejora de la economía por la caída de la inflación interanual, que en un año pasó de más del 10 % al 2 %, el objetivo marcado por el Banco de Inglaterra.
Los 'tories' fueron castigados por los votantes después de un gran desgaste político a raíz de las maratonianas negociaciones del Brexit, la pandemia, la crisis energética por la guerra de Ucrania, los escándalos que plagaron la gestión de Boris Johnson - por el "partygate" (las fiestas en Downing Street durante la covid)-, y por la crisis del coste de vida y el aumento de la inmigración.
En apenas dos años, el Reino Unido ha tenido cuatro primeros ministros: los conservadores Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak y ahora el laborista Keir Starmer.