Lo que los expertos dicen que debería hacer Ucrania para vencer a Putin este año
La ofensiva avanza poco, el invasor sigue haciendo daño, lleva menos ayuda del exterior y hay riesgos de enquistamiento. Toca moverse.
El recién estrenado 2024 se augura difícil para Ucrania. No ha logrado recuperar ese 20% de territorio que aún le ocupa Rusia, no ha avanzado demasiado en su cacareada ofensiva de verano y ahora se encuentra atascada por el invierno, a la espera de más material de Occidente que pende de un hilo por problemas políticos de financiación en EEUU y Europa.
Su presidente, Volodimir Zelenski, insiste en reclamar más fuerza aérea para dar el golpe a su homólogo, Vladimir Putin, y se niega a negociar nada que no sea la plena soberanía de su territorio, lo que incluye lo ocupado en 2014.
Mykola Bielieskov, investigador en el Instituto Nacional de Estudios Estratégicos de Ucrania, ha publicado un análisis en el Atlantic Council en el que reflexiona sobre lo que los suyos deben hacer para vencer a Rusia en el presente año. Y la conclusión es clara: Kiev debe pasar a la defensa activa. "Es vital que los líderes militares y políticos de Ucrania asimilen adecuadamente las lecciones de 2022 y 2023", afirma.
Y la conclusión más importante que se puede sacar de los últimos dos años de combates "es el predominio de la guerra defensiva sobre las operaciones ofensivas". "Esto ha quedado demostrado una y otra vez, comenzando con el fracaso de la guerra relámpago inicial de Rusia en el primer mes de la guerra", constata. Una segunda lección clave es "la importancia de equilibrar los objetivos políticos con las capacidades militares". Desde febrero de 2022, las diversas consideraciones políticas "han obligado tanto a Rusia como a Ucrania a embarcarse en ofensivas desafortunadas con fuerzas insuficientes, lo que ha provocado grandes pérdidas".
Aprendido eso, hay que ver qué se quiere lograr de inmediato. "Si bien el objetivo a largo plazo de Ucrania sigue siendo la liberación completa del país de la ocupación rusa, las circunstancias actuales no favorecen operaciones ofensivas audaces. En el frente internacional, los compromisos de ayuda de Estados Unidos y la UE se han topado con serios obstáculos políticos, mientras que los esfuerzos para ampliar la producción de equipo y armamento militares se han retrasado mucho. En Ucrania, aumentan las preocupaciones por las altas tasas de víctimas y la posible escasez de mano de obra".
El texto fue obviamente escrito antes de que, anoche, republicanos y demócratas estadounidenses llegaran a un acuerdo y evitasen el cierre de la Administración Biden, desbloqueando de paso un dinero que ayudará a Kiev como agua de mayo, pero que aún tiene que pasar por muchos procesos antes de llegar sobre el terreno.
"Teniendo esto en cuenta, la estrategia militar de Ucrania para 2024 debería centrarse en mantener la línea del frente y garantizar un control continuo sobre aproximadamente el 82% del país que permanece en manos ucranianas. Un cambio estratégico hacia una defensa activa aprovecharía las fortalezas actuales de Ucrania y al mismo tiempo ganaría un tiempo valioso para reagruparse y rearmarse antes de lo que probablemente serán condiciones más ventajosas en 2025", defiende el analista en su estudio para el tanque de pensamiento de Washington.
"Fundamentalmente, una postura más defensiva permitiría a Ucrania explotar la apremiante necesidad de victorias de Moscú. Con el ejército ruso bajo una enorme presión política para avanzar, los comandantes ucranianos tendrían muchas oportunidades para desangrar constantemente a la fuerza invasora de Putin, de forma muy parecida a como lo están haciendo actualmente en Avdiivka".
A la vez, sostiene que los de Zelenski deberían tratar de "seguir degradando la capacidad de Rusia" en paralelo, "para hacer la guerra mediante la realización de una campaña cada vez mayor de ataques aéreos contra objetivos muy detrás de las líneas del frente en toda la Ucrania ocupada y dentro de la propia Rusia". Esto podría incluir ataques a concentraciones de tropas, bases militares y almacenes de municiones junto con centros logísticos e instalaciones de producción de armamento, enumera.
"Al adoptar una estrategia de defensa activa en 2024, Kiev puede lograr el doble objetivo de impedir cualquier avance importante de Rusia y crear condiciones que favorezcan fuertemente a Ucrania en lo que es cada vez más una guerra de desgaste. Esto prepararía el escenario para un regreso a las operaciones ofensivas en 2025", es su lectura.
El nivel de apoyo externo, clave
Más allá de la apuesta propia, todo dependerá de lo que llegue de fuera. "La eficacia de cualquier estrategia defensiva en 2024 dependerá en gran medida del nivel de apoyo que brinden los socios de Ucrania", asume el autor. "En términos de entregas de armas, las prioridades incluirán grandes cantidades de munición de artillería junto con sistemas de guerra electrónica, drones de ataque, capacidades adicionales de defensa aérea y misiles de largo alcance. La muy esperada llegada de aviones de combate F-16 en los próximos meses también mejorará significativamente la capacidad de Ucrania para negar a Rusia el control de los cielos".
Concluye con un aviso: "Vladimir Putin está preparando abiertamente a su país para una larga guerra y se siente alentado por las crecientes señales de debilidad entre los aliados occidentales de Ucrania. Para derrotar al dictador del Kremlin y poner fin a la amenaza que plantea el resurgimiento del imperialismo ruso, Ucrania y sus socios internacionales deben dejar de pensar en términos de ofensivas individuales y adoptar un enfoque de más largo plazo para esta tarea histórica".