Liberan una playa secuestrada de Marruecos al paso del rey Mohamed VI
"La playa ha sido liberada".
La llegada del verano también supone una mejoría en las condiciones marítimas incrementando el número de migrantes que tratan de cruzar el Estrecho de Gibraltar en busca de una vida mejor, pero también en trayectos más breves, como hacia una de las ciudades autónomas españolas en el Magreg.
Precisamente, el diario local El Faro de Ceuta recoge una historia estival que está trayendo mucha cola en Marruecos y entre sus habitantes por la polémica que conlleva para algunos ciudadanos. Se trata de lo sucedido en la playa de Puente Negrito, un arenal próximo a la frontera ceutí.
Rabat apuesta en algunas ocasiones por cerrar playas que están cerca de la frontera española como una estrategia para evitar intentos de cruzar. En este sentido, esa era la orden que pesaba tanto para turistas como residentes en Puente Negrito. Sin embargo, un grupo de decenas de personas se negó a acatar la orden y accedieron a dicho arenal, sin que los agentes del distrito de M'diq-Fnideq pudieran detenerles.
De repente... el barco del rey
Como respuesta a esa entrada en la playa, las autoridades marroquíes enviaron refuerzos conformadas por fuerzas auxiliares, centenares de ellas, para plantar cara al número de manifestantes en dicho arenal que seguía en aumento ante el éxito inicial. En ese contexto, tuvo lugar el momento más simbólico o metafórico de este conflicto.
De repente, cerca de donde estaba teniendo lugar la acción de protesta, en la costa asomó uno de los barcos del rey de Marruecos, Mohammed VI. Comprendido como un gesto de presión, las autoridades rebajaron la presión y retiraron una parte de los agentes ante el triunfalismo de los manifestantes que coreaban el himno marroquí y coros a favor del monarca cuando tocaban la arena de la playa sorteando el bloqueo. "La playa ha sido liberada de las restricciones", subrayó uno de los manifestantes, miembro del grupo de Fnideq.