La UNESCO lanza alerta mundial sobre la descomposición acelerada de toda la Tierra
La UNESCO lanzará un proyecto piloto para la evaluación y gestión sostenible de suelos y paisajes en unas diez reservas de la biosfera.
El buen estado de los suelos es crucial para mantener los ecosistemas y la biodiversidad, regular el clima, producir alimentos y purificar el agua. No obstante, según el Atlas Mundial de la Desertificación, el 75 % de los suelos ya está degradado y 3200 millones de personas padecen directamente sus efectos. Si esta tendencia persiste, para 2050 el porcentaje podría alcanzar el 90 %.
En este contexto alarmante, la UNESCO y el Organismo Nacional para el Desarrollo de las Zonas Oasianas y del Arganero (ANDZOA) de Marruecos han organizado en Agadir una conferencia sobre los suelos, reuniendo a expertos y representantes de más de 30 Estados Miembros de la Organización. Los debates han culminado en un plan de acción centrado en tres objetivos: mejorar la protección y rehabilitación de los suelos, abordar la falta de conocimiento científico y fortalecer el compromiso de los jóvenes y comunidades mediante la educación y programas de formación.
La UNESCO apoyará a sus Estados Miembros estableciendo, junto con socios internacionales, un "índice mundial de la salud de los suelos". Este será una medida estandarizada para evaluar y comparar la calidad del suelo en distintas regiones y ecosistemas, permitiendo identificar tendencias de degradación o mejora, áreas de riesgo y la efectividad de las prácticas de gestión.
Además del índice, la UNESCO lanzará un proyecto piloto para la evaluación y gestión sostenible de suelos y paisajes en unas diez reservas de la biosfera, con el doble objetivo de asegurar la eficacia de diversos métodos de gestión sostenible aplicados en estos sitios y promover las mejores prácticas en toda la red MAB.
Se incentivará a los administradores de estos sitios a desarrollar proyectos ejemplares de conservación del suelo y gestión de tierras que puedan ser replicados en otras áreas. Para dotarlos de herramientas necesarias para proteger este recurso esencial, se proporcionará formación a ellos, así como a miembros de organismos gubernamentales, organizaciones conservacionistas y comunidades indígenas. Asimismo, esta iniciativa incluirá un componente educativo a través del cual la UNESCO sensibilizará e involucrará a las generaciones más jóvenes.