La secretaria de Transportes británica dimite después de denunciar por error el robo de un teléfono hace más de diez años

Pocos meses antes de entrar por primera vez al Parlamento británico, la laborista Louise Haigh fue asaltada en Londres. Entonces, denunció el suceso ante la Policía, donde también denunció el robo de varias de sus pertenencias, entre ellas un teléfono móvil del trabajo. Haigh estaba segura de que se lo habían llevado en el asalto, pero tiempo después lo encontró en un cajón de su casa y no lo comentó enseguida en su trabajo. Por ese motivo, tuvo que declararse culpable por fraude.

El suceso, ocurrido en 2013, ha vuelto a llamar la atención estos días después de que Sky News revelara la condena por fraude, quizás porque Haigh es, desde la aplastante victoria de Keir Starmer, la nueva secretaria de Transportes del Gobierno. O lo era, porque nada más publicarse la historia, Haigh se ha visto obligada a dimitir.

En una carta explicando su dimisión al primer ministro británico, Haigh ha achacado todo a un error: "Como usted sabe, en 2013 me asaltaron en Londres. Como mujer de 24 años, la experiencia fue aterradora. Inmediatamente después, denuncié el incidente a la policía. Le di una lista de mis pertenencias que creía que habían sido robadas, incluido mi teléfono de trabajo. Algún tiempo después descubrí que el teléfono en cuestión todavía estaba en mi casa. Debería haber informado inmediatamente a mi empleador y no hacerlo inmediatamente fue un error".

En la misiva, la ya exsecretaria de Transportes ha señalado, además, que si han vuelto a sacar a la palestra este asunto más de diez años después es para desviar la atención de todo lo que está haciendo el Gobierno laborista. Porque ya no solo es que la diputada haya tenido que dimitir, sino que además ahora es Starmer el señalado por haber puesto a Haigh como secretaria de Transportes cuando conocía lo sucedido.