La perpetua deuda de Corea del Norte con los 1.000 coches Volvo
Una factura nada desdeñable.
¿Sabías que el régimen de Corea del Norte no siempre ha sido asociado a una economía en constante penuria y una sociedad empobrecida por una carrera armamentística exacerbada para un país de dichas dimensiones? No, hubo un tiempo en el que este este Estado gobernado por un régimen dinástico comunista llegó a atraer a empresarios europeos hasta tal punto de firmar un suculento acuerdo comercial del sector automovilístico.
Se trata de lo ocurrido en la década de los 70, recoge en un reportaje Xataka, concretamente en el año 1974, cuando la compañía Volvo -archiconocida por fabricar unos coches de gran durabilidad- suscribió un acuerdo con Corea del Norte para suministrar una nada desdeñable entrega de los Sedane 144.
Un millar de estos vehículos fueron comprometidos con un país que en aquel momento prometía otra cosa en materia económica. O al menos eso podía desprenderse de un Producto Interior Bruto (PIB) que crecía al 25%. Pero al igual que ese horizonte financiero no fue tan prometedor como lo esperado, tampoco la promesa adquirida -pagar lo que compras, vamos- en el contrato acabó cumpliéndose.
¿De cuánto es la factura de Corea del Norte con Volvo?
Según la citada información, esa factura pendiente de los mil Volvos asciende ya a la friolera de 300 millones de euros. No, los suecos no trataron de estafar a la familia Kim, sino que esa cuenta es fruto de subidas por los intereses y la inflación acumuladas desde entonces.