La izquierda gala planta a Macron después de que no haya querido nombrar primera ministra a su candidata
Se acabó la tregua olímpica: Francia necesita elegir a un jefe de Gobierno pero la coalición progresista, vencedora en las legislativas, no tiene la absoluta. El presidente liberal les ha rechazado a su aspirante y la respuesta es salir a la calle.
Varios partidos franceses de izquierda han anunciado que no acudirán a la nueva ronda de consultas que anunció para este martes el presidente Emmanuel Macron, después de que éste rechazó nombrar primera ministra a su candidata, Lucie Castets.
Socialistas y ecologistas avanzaron hoy su rechazo a participar en las consultas, lo que se une al plan del Elíseo a no convocar al más radical La Francia Insumisa (LFI). "Rechazo ser cómplice de una parodia de la democracia", afirmó esta mañana el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, en una entrevista en el canal France 2.
"Lo que pasa en realidad (...) es que (Macron) lo que no quiere que se aplique el programa del Nuevo Frente Popular, que deroguemos la reforma de las pensiones" del año pasado, añadió.
Faure consideró que el rechazo de Macron de nombrar una primera ministra del bloque político que logró más escaños en las recientes elecciones legislativas supone "un problema democrático".
La propia Castets, más tarde, ha indicado: "La democracia no significa nada a ojos del presidente y lo encuentro extremadamente peligroso". En una entrevista para France Inter, ha reprochado a Macron querer ser "presidente de la República, primer ministro y líder del partido al mismo tiempo". "Las instituciones no pueden funcionar así (...), no es respetuoso con los franceses ni con la democracia", ha señalado Castets, quien ha asegurado sentirse "muy preocupada" por el mensaje que está dando Macron a los electores. "Les pedimos que se movilicen, pero no ha servido para mal porque han votado mal", ha dicho.
La secretaria general del partido ecologista EELV, Marine Tondelier, acusó a Macron de emprender "una deriva iliberal" por rechazar dar las llaves del Gobierno al bloque político con más escaños en la Asamblea Nacional. Tondelier anunció que convocarán "movilizaciones" de protesta, aunque recalcó que serán "pacíficas", según dijo a la radio pública FranceInfo.
La propia Castets reconoció un sentimiento de "enfado", porque el presidente convocó elecciones anticipadas "sin consultar, algo que nadie comprendió", y más de un mes después "dice a los franceses que que no sirvió para nada, que han votado mal", según dijo en la emisora FranceInter.
El rechazo
El Elíseo anunció a última hora de la tarde del lunes que, tras el final de las consultas políticas con los responsables de los principales partidos parlamentarios, Macron no nombraría a Castets y reanudaría las reuniones con las formaciones.
Sin embargo, fuentes del Elíseo precisaron que ni LFI y la ultraderecha de Marine Le Pen y sus aliados -considerados como fuera del arco republicano- serían invitados a la nueva ronda.
Uno de los principales aliados de Macron, el líder del partido centrista MoDem, François Bayrou, aseguró de que la situación actual "no es un bloqueo completo".
Bayrou justificó el rechazo de Macron a una primera ministra de la izquierda en que, según el campo presidencial, el programa de la coalición NFP es en realidad el de LFI.
El presidente no ha marcado un plazo final para estos nuevos contactos, si bien el Elíseo había deslizado como ultimátum el inicio el miércoles de los Juegos Paralímpicos de París. La Constitución francesa reserva al jefe de Estado la potestad de designar un primer ministro, aunque en la práctica cualquier candidato debe ser refrendado por la Asamblea Nacional para poder comenzar a trabajar.
La alianza de izquierdas del Nuevo Frente Popular se impuso en la segunda vuelta de las elecciones legislativas del domingo 7 de julio, por delante de los macronistas y de la Agrupación Nacional, cuyo avance se frena en gran medida. A ninguno de los bloques los cálculos le garantizan una mayoría para formar gobierno.