La crisis se agrava: el Gobierno de Maduro llama a consultas al embajador de España en Venezuela
El ministro de Exteriores venezolano, Yvan Gil, critica las "insolentes" declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la "dictadura" venezolana.
La crisis diplomática entre España y Venezuela se agrava. El Gobierno de Nicolás Maduro ha decidido llamar a consultas al embajador de España en Venezuela, Ramón Santos, como parte de las medidas que el Ejecutivo venezolano ha puesto en marcha después de que el Congreso de los Diputados aprobase una proposición no de ley del Partido Popular en la que se insta al Gobierno de Pedro Sánchez a reconocer como presidente electo al líder opositor Edmundo González, exiliado en Madrid desde el domingo.
El detonante de este nuevo frente, de acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, han sido declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que calificó al régimen de Nicolás Maduro como una "dictadura". Además, Venezuela ha llamado a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, en una escalada de tensión diplomática que podría afectar las relaciones bilaterales de ambos países si, tal y como parece que sucerán, prosperan las amenazas de Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, de romper "todas las relaciones" con España, algo que el Ejecutivo español ha minimizado, asegurando que el diálogo sigue abierto.
Gil anunció la decisión del gobierno venezolano en un comunicado que ha publicado en sus redes sociales y donde califica las palabras de Robles de "insolentes, injerencistas y groseras". Según el ministro de Exteriores de Venezuela, las declaraciones de la ministra reflejan el "deterioro" de las relaciones entre ambos países. Pese al clima de tensión, el gobierno de Pedro Sánchez ha intentado evitar un choque directo con las autoridades venezolanas. Moncloa ha insistido en mantener abiertas las vías diplomáticas y ha reiterado que su postura coincide con la de la Unión Europea: no reconocer a ningún vencedor de las elecciones venezolanas hasta que se publiquen oficialmente las actas.
Margarita Robles hizo sus declaraciones en la presentación de la novela El niño que perdió la guerra, de Julia Navarro, en las que criticó abiertamente la "persecución" y la "limitación de derechos fundamentales" que sufren los opositores en Venezuela. También recordó a los miles de venezolanos que han tenido que salir del país debido a la situación política.
El embajador español deberá comparecer este viernes ante el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano. Además, Venezuela ha llamado a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, en una escalada de tensión diplomática que podría afectar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Reunión entre Pedro Sánchez y González Urrutia
En medio de esta creciente tensión diplomática, el presidente Pedro Sánchez se reunió en La Moncloa con Edmundo González Urrutia, exiliado en España desde el domingo. Durante el encuentro, el líder de la oposición en Venezuela expresó su gratitud hacia España por haber aceptado su solicitud de asilo político y, también, reconoció la iniciativa del PP aprobada en el Congreso en la que se insta a reconocerlo como presidente electo.
Este mismo jueves, aprovechando su mayoría absoluta en el Senado, el Partido Popular ha registrado una iniciativa similar en la Cámara Alta en la que, además, propone que el Gobierno español solicite a la Corte Penal Internacional que emita una orden de detención contra Nicolás Maduro, elevando aún más la presión sobre el régimen chavista.
González Urrutia solicitó el asilo en España tras alegar persecución política y judicial en Venezuela después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral declaró como ganador a Nicolás Maduro. Sin embargo, la oposición venezolana sostiene que González fue el verdadero vencedor, basándose en el "83,5 % de las actas electorales" que aseguran haber recopilado, publicándolas en una página web. El Gobierno de Maduro, por su parte, ha calificado las pruebas de la oposición como “falsas”.