La ciudad fantasma de 90.000 millones de euros donde nadie quiere vivir
Ubicada en Malasia, se convirtió en un imán para los chinos que soñaban con una vida "tropical" pero que terminó de la peor manera.
Su nombre es Forest City, se trata de una ciudad ubicada en Malasia y, pese a la idea con la que se construyó en el año 2015, bajo el principio de ser "un paraíso para toda la humanidad", la realidad de esta ciudad es muy diferente a día de hoy. Originalmente, la intención era construir una megaciudad que se caracterizaría por contar con todo tipo de lujos, además de playa, parques infantiles, centros comerciales, cientos de rascacielos, etc.
Pero la realidad es que todos estos lugares permanecen cerrados bajo candado y sin ninguna posibilidad de reabrir. Esto llama poderosamente la atención, ya que se llevó a cabo una inversión de alrededor de 500 mil millones de reales.
Forest City se ubica una vez pasado el estrecho entre Singapur y Malasia, y en ella se pueden observar miles de viviendas vacías y construidas por la promotora china quebrada Country Garden. Actualmente, si se entra en la ciudad -construida sobre terreno en el estado sureño malasio de Johor, a unos 15 km de la frontera con Singapur-, se puede ver un cartel en el que se lee "Bienvenido a Casa".
De acuerdo con la información aportada por los constructores, este proyecto iniciado en 2015, se llevó a cabo gracias a la participación del 60% por parte de Country Garden, mientras que el 40% restante corrió a cargo de una firma local. El objetivo era construir cuatro islas artificiales donde poder alojar a unas 700.000 personas.
Tras 9 años, la ciudad tan solo ocupa una pequeña parte de una isla, donde residen unas 10.000 personas. "De las 28.000 viviendas existentes, hemos vendido el 80%", afirmó Xi Yue, manager de Country Garden. Pese a ello, la estampa más habitual es la de establecimientos cerrados, calles vacías y en las que tan solo se ven a miembros del personal de seguridad o limpieza.
Un proyecto fallido que arrastra una deuda sin igual
En la actualidad, Forest City depende administrativamente de la localidad de Iskandar Puteri, a una media hora en coche de Johor Bajru, la capital del estado. Algunos testimonios de personas que residen en la denominada como ciudad fantasma, cuentan al medio portugués Casavogue, cómo es la vida allí.
Una pareja de septuagenarios cuenta que les costó 1 millón de yuanes (en torno a 170.000 euros), un apartamento de 60 metros, casi seis veces menos de lo que les costaría en Singapur.
En un principio, la construcción de esta ciudad estuvo pensada para chinos que buscaban una vida "tropical", aunque durante los primeros años, y fruto de la novedad, bajos precios y promesas de megaciudad, numerosos compradores se interesaron por conseguir algunas viviendas, aunque con el paso de los años, dicho interés decayó.
Debido a esto, la promotora entró en bancarrota y comenzó a caer en impagos a finales de octubre del pasado año, momento en el que aseguró que no podría hacer frente a los 16.500 millones de dólares de deuda extraterritorial.
¿Y ahora qué?
La situación de Forest City no es especialmente prometedora debido al enorme endeudamiento de sus promotoras, por lo que el gobierno malasio ha decidido salir a su rescate, de forma que su primer ministro, Anwar Ibrahim, ha designado el área como zona financiera especial en agosto, además de promover incentivos fiscales y flexibilidad de visados para hacer de la ciudad un lugar más atractivos para las grandes fortunas.