Kuleba, el 'señor Lobo' de Zelenski, iceberg de una crisis de Gobierno profunda
El ministro de Exteriores ucraniano dimite tras soportar dos años y medio de guerra. Ha sido clave en el impulso para recibir armas extranjeras de los aliados y ha ayudado a presionar a los socios para que relajen las restricciones sobre su uso.
La lista de ucranianos famosos que nos saltaba en la cabeza en 2022 estaba encabezada por Milla Jovovich y Mila Kunis. Con la invasión rusa de Ucrania, las luces y las lentejuelas dieron paso a los uniformes militares y la política. El presidente, Volodimir Zelenski, se convirtió en el héroe del mundo por aguantar la embestida de Vladimir Putin. Junto a él, comenzaron a sonar otros rostros, como el del alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, y el de su ministro de Exteriores, Dmitró Kuleba.
Hoy acaba una era, porque el jefe de la diplomacia ucraniana ha presentado su dimisión, antes de que Zelenski lo eche, en mitad de una reestructuración mucho más profunda de su gabinete, que va a remozar el 50% de los puestos, de ministros a altos funcionarios. Esta crisis de Gobierno supone el último gran cambio administrativo y de liderazgo en Kiev, sensible no sólo por el número de sillas que se van a mover, sino por el calibre de los nombres que desaparecen el organigrama, empezando por el hasta ahora canciller.
El presidente del Parlamento, Ruslan Stefanchuk, dijo esta mañana en Facebook que Kuleba había presentado su petición de renuncia y que los parlamentarios la discutirán en la próxima sesión plenaria. Sin embargo, el diplomático aún estaba escribiendo esta mañana en sus redes sociales sin hacer referencia al paso dado. Su mensaje servía para informar de detalles del último ataque nocturno de Rusia en Lviv y Krivói Rog y para reclamar de nuevo ayuda a sus países amigos.
"Para poner fin a este terror, los socios de Ucrania deben entregar rápidamente los sistemas de defensa aérea y las municiones prometidos, así como fortalecer las capacidades de defensa de Ucrania y permitirnos lanzar ataques de largo alcance contra todos los objetivos militares legítimos en Rusia", escribe. "La defensa aérea de los países socios puede y debe utilizarse para proteger a la población civil de Ucrania. El derribo de piezas de metal mortífero en el aire no constituye la participación de un país en la guerra. El simple acto de salvar vidas humanas no puede considerarse una escalada. Es necesario tomar de una vez por todas la decisión de permitir a los países vecinos utilizar sistemas de defensa aérea", ahonda, pidiendo "liderazgo" y valentía".
Apenas unas horas antes, anoche, entrevistado por Christiane Amanpour en la CNN, Kuleba confirmó que espera que Putin continúe incrementando los ataques aéreos contra Ucrania antes de que llegue el invierno. "Putin sigue teniendo el mismo objetivo de congelar a la gente, de destruir nuestra economía y esa es su estrategia. Por eso me temo que continuará con su andanada de ataques con misiles y drones durante el otoño", afirmó. Los ataques, remarcó Kuleba, son “otra razón por la que debe acelerarse la entrega de sistemas de defensa aérea a Ucrania”.
Lo hecho
Kuleba, de 43 años y que se ha desempeñado como ministro de Asuntos Exteriores desde 2020, ha sido una voz clave en el impulso de Ucrania para recibir armas extranjeras de los aliados occidentales y ha ayudado notablemente a presionar a los socios para que relajen las restricciones sobre cómo se utilizan esas armas, sobre todo si puede hacerse de forma ofensiva, no sólo defensiva, y en suelo ruso, donde ahora mismo Ucrania tiene ocupados casi 1.300 kilómetros cuadrados en la zona de Kursk. Ha sido el señor Lobo del presidente, si vale el paralelismo con Quentin Tarantino, su conseguidor, por eso su adiós es sensible.
Durante la guerra, ha sido el segundo después de Zelenski en llevar el mensaje y las necesidades de Ucrania a una audiencia internacional, ya sea a través de publicaciones en las redes sociales o reuniones con dignatarios extranjeros, de los que siempre ha recibido elogios. En julio, se convirtió en el funcionario ucraniano de mayor rango en visitar China, por ejemplo, desde que comenzó la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022. Una visita muy delicada por el poder negociador de Pekín con Moscú y las sospechas de su apoyo a Putin, pese a que intente hablar de neutralidad.
Los medios nacionales se habían visto inundados de rumores en los últimos días de que Kuleba sería destituido ya y que su reemplazo estaba siendo estudiado. El nombre que encabeza la lista parece ser el del viceministro de Asuntos Exteriores, Andrii Sybiha, según los informes de estos medios.
Las razones de su marcha son las que están por aclarar, del cansancio y el desgaste a los roces con la Presidencia, pasando por un lavado de cara potente de cara a la ciudadanía y un intento de impulsar los esfuerzos ya hechos por el propio Kuleba con savia nueva. Lo mismo pasa con las consecuencias. Una fuente consultada en la oficina del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad garantiza que habrá "una interlocución sin sobresaltos" con Kiev pese a la ausencia de un hombre que tenía muy engrasada la maquinaria. "Las políticas no son personalistas, son apuestas", asume. Es verdad que deja el camino bastante despejado a quien lo suceda, pero también una tarea muy complicada.
El contexto
Su renuncia llega después de que los ministros de Industrias Estratégicas (Alexander Kamyshin), Justicia (Denys Maliuska) y Medio Ambiente (Ruslan Strilets) presentaran también su dimisión al Parlamento, junto con el jefe del Fondo de Propiedad del Estado (Vitaliy Koval). La BBC añade que uno de los colaboradores más importantes del presidente, Rostyslav Shurma, también fue destituido por decreto.
Se trata de la mayor reestructuración gubernamental en los 30 meses de guerra contra Rusia. Se esperan más dimisiones y nombramientos en los próximos días, en lo que un aliado de alto rango del presidente Zelenski calificó como el comienzo de un "reinicio" del Gobierno de cara al invierno, informa Reuters.
Al igual que el cambio en Exteriores, llama la atención el de Industrias Estratégicas, porque es el área que se encarga de la producción de armas, un campo en el que Ucrania está sorprendiendo al mundo por la originalidad y la utilidad de sus materiales y equipos, en un contexto de necesidad: hace falta ayuda exterior, se acaban los repuestos de los viejos equipos soviéticos y Rusia ha aprendido a adaptarse a ellos en el campo de batalla.
El presidente Zelenski ha renovado su gobierno varias veces desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. En mayo del año pasado, despidió al ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, después de una serie de escándalos de corrupción, y cambió más tarde, a principios de este año, al comandante en jefe de Kiev, Valerii Zaluzhnyi, para impulsar el trabajo en las trincheras.
Al menos cinco carteras gubernamentales, incluidas las de Infraestructura y Agricultura, han permanecido vacantes desde que los ministros dimitieron o fueron destituidos a principios de este año. De ahí que la promesa de hacer cambios no fuera nueva, el "importante reajuste", como lo llama el presidente, era obligado.
Las instituciones estatales, dijo ayer en un mensaje, deben "configurarse de manera que Ucrania logre todos los resultados que necesitamos". Y quería hacerlo antes de una visita que tiene planeada a Estados Unidos a finales de este mes o principios del que viene, en la que se espera que presente un "plan de victoria" al presidente norteamericano Joe Biden, y a los dos candidatos a la presidencia en las elecciones de noviembre: la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump. Aún no se ha filtrado nada de su contenido. "Para eso hay que fortalecer algunas áreas del Gobierno y se han preparado cambios en su conformación. También habrá cambios en la oficina (de la presidencia)", indicó Zelenski, reafirmando su decisión.
Lo cierto es que el primer mandato presidencial de Zelenski debía finalizar en mayo de 2024, pero permanece en su cargo bajo la ley marcial. Ha habido un intenso debate en el país sobre si constitucionalmente era legal o no impedir la celebración de elecciones en un marco de guerra, pero al final ha pesado la idea de que es bastante complicado abordar una cita con las urnas en estas circunstancias. En la oposición se ha llegado a decir que está en juego la "legitimidad" del país.
Se denuncia que el presidente manda en un Gobierno con carteras sin cubrir. sin mayoría absoluta en el Parlamento y sin renovación. Estos cambios de hoy parecen ser la respuesta a todas esas críticas. Ahora está por ver cómo le salen a Zelenski, ese antiguo actor que nunca en la vida pensó que tendría que enfrentarse al papel de salvar a su nación de la guerra.