Johnson "engañó deliberadamente" al Parlamento sobre el Partygate, según un comité parlamentario
El ex primer ministro británico Boris Johnson "engañó deliberadamente" a la Cámara de los Comunes sobre el Partygate, las fiestas en la residencia de Downing Street durante la pandemia, según la conclusión de un comité parlamentario. Palabras demoledoras para una actitud que fue más allá de hacer fiestas en pleno confinamiento, porque se agravó con ocultamientos de todo un premier. Impropios de un mandatario.
"Llegamos a la conclusión de que cuando le dijo a la Cámara y a este comité que se estaban cumpliendo las reglas y la orientación, su propio conocimiento era tal que deliberadamente engañó a la Cámara y a este comité", señaló hoy el informe del Comité de Privilegios de los Comunes, que investigó el Partygate, las fiestas durante el confinamiento en pandemia, durante más de un año.
Ahora el comité, que tiene mayoría conservadora aunque estuvo presidido por la laborista Harriet Harman, recomienda en el informe que Johnson, de 58 años, sea suspendido de la Cámara de los Comunes durante un periodo de 90 días, si bien admite que esto no se aplicará porque el político ya ha dimitido como parlamentario. Johnson, que estuvo al frente del Gobierno entre julio de 2019 y septiembre de 2022, ya anunció el pasado viernes que abandonaba con efecto inmediato su escaño como diputado por la circunscripción inglesa de Uxbridge & South Ruislip, por considerar que el comité le había "dejado claro" en una carta que se preparaba para expulsarle de la Cámara Baja.
El antiguo jefe del Gobierno, repiten ahora los parlamentarios, fue "cómplice de la campaña de abuso e intento de intimidación del comité". Se le veta el acceso a la Cámara al recomendar "que no tenga derecho a pase como exparlamentario".
Johnson siempre ha cargado duramente contra el comité, tachándolo de parcial y denunciando que sólo quería expulsarlo de la Cámara de los Comunes. Ahora, el grupo encabezado por Harman determina también que incurrió en "intimidación" en sus esfuerzos por defenderse.
El pasado marzo, el tory declaró en la Cámara por estas fiestas indebidas (en las que también participó parte de su gabinete, incluyendo al parecer al hoy primer ministro, Rishi Sunak) y, tras jurar sobre la Biblia, dijo que asumía "toda la responsabilidad" sobre lo ocurrido, pidió disculpas nuevamente y reiteró que todo lo que dijo en su día lo hizo de "buena fe". También entregó supuestas pruebas para evidenciar que no mentía y que, a ojos del informe conocido hoy, no convencieron a nadie. Poco antes de esa entrega, se supieron ya algunas conclusones del comité, que afirmó que las infracciones cometidas en las fiestas celebradas en oficinas del Gobierno británico eran "obvias" para el exprimer ministro. Él mismo había dado las órdenes profilácticas contra el covid-19 que estaba incumpliendo.
"Basura" y "mentira"
Johnson, tras conocerse la noticia, ha calificado el informe de "basura" y ha considerado que es un "día espantoso" para la democracia. "El comité dice que engañé deliberadamente a la Cámara y que cuando hablé estaba ocultando conscientemente a la Cámara mi conocimiento de hechos ilícitos. Eso es basura. Es una mentira. Para alcanzar esta conclusión enloquecida, el comité se ve obligado a decir una serie de cosas que son absurdas o que los hechos contradicen", ha afirmado el conservador.
En un comunicado, el exjefe de Gobierno ha insistido en que hoy es "un día espantoso para los diputados y la democracia" y aseguró que ningún parlamentario está "a salvo de una vendetta", o sea, una venganza.
"Este informe es una farsa. Me equivoqué al creer en el comité o en su buen fe. La terrible verdad es que no soy yo quien retorció la verdad para adaptarla a mis propósitos. Es Harriet Harman y su comité", agregó.