Israel, en alerta máxima por una represalia de Irán tras el ataque a su consulado de Damasco
Los israelíes se lanzan a comprara alimentos, agua y generadores eléctricos ante el temor de que el régimen iraní cumpla con la amenaza de vengar el ataque.
Israel está en estado de alerta máxima. Ante la amenaza de una posible represalia de Irán después del ataque contra el consulado iraní en Damasco, atribuido al Ejército israelí, en el que murieron trece personas, siete de ellas eran guardias revolucionarios iraníes, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha asegurado, antes de reunirse con el gabinete de guerra para abordar la amenaza iraní, que están listos para responder a cualquier agresión.
"Sabremos cómo defendernos y actuaremos en consecuencia al simple principio de quien nos haga daño, le haremos daño", aseguró el primer ministro israelí. "Durante años, Irán ha ido contra nosotros directamente y a través de sus emisarios, y por tanto, Israel ha ido contra Irán y sus emisarios, defensivamente y ofensivamente", indicó Netanyahu.
Poco antes de la reunión, el portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, aseguró que sus tropas están desplegadas en todas las fronteras, listas para "una variedad de escenarios".
El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, había anunciado poco antes que Israel está en "alerta máxima" y que sus tropas están desplegadas en todas las fronteras y que sus aviones de combate están listos para "una variedad de escenarios". Hagari señaló que ya han reforzado el estado de alerta en todas las unidades de combate, en los sistemas de defensa aérea y que lo aviones están "preparados para la defensa y el ataque".
El hecho de que Israel haya entrado en estado de alerta máxima como consecuencia de la amenaza de Irán ha provocado que la población israelí se haya lanzado a hacer acopio de alimentos, agua y generadores de energía para hacer frente a una posible represalia iraní que, de producirse, supondría una escalada de la tensión en una zona ya de por sí tensionada y una nueva fase en la guerra israelí contra Hamás.
"Todo eso estaba lleno de transistores. No nos quedan desde que empezó la guerra, pero esta semana ha venido más gente preguntando por ellos. Piden sobre todo sistemas de iluminación", explica Segi, dependiente de una tienda de electrodomésticos en Jerusalén al diario El País, donde se señala que por grupos de Telegram y WhatsApp han empezado a circular rumores de que se va a producir un ataque inminente desde Irán.
Las palabras del jefe de la Inteligencia Militar de Israel, Aharon Haliva, tampoco ayudaron a calmar los ánimos en el país: "No es seguro que lo peor ya haya pasado, nos esperan días complejos", afirmó en una reunión con la jerarquía militar. Poco después el Ejército tuvo que aclarar que de momento no hay cambios en las instrucciones para la población civil. "No es necesario comprar generadores, almacenar alimentos y retirar dinero de los cajeros automáticos. Actualizaremos inmediatamente cualquier cambio si es de forma oficial y ordenada", tranquilizó el estamento militar en un mensaje a la ciudadanía.
Sin vacaciones ni GPS
Como consecuencia de la declaración de la alerta máxima, el Ejército israelí suspendió los permisos de vacaciones a todas las tropas y ha incrementado tanto el personal como el número de reservistas que sirven en las fuerzas aéreas. "Las Fuerzas de Defensa de Israel están en guerra y la cuestión del despliegue de fuerzas se revisa constantemente según sea necesario", indicó en un comunicado.
Como medida de precaución adicional, Israel ha empezado a alterar deliberadamente el servicio GPS en el centro del país. Una medida activa desde hace meses en la frontera norte del país y en las zonas próximas a la Franja de Gaza. La idea es la de prevenir posibles ataques con misiles o drones desde Irán. Así, los usuarios de aplicaciones como Waze o Google Maps, se les reconocerá como que se encuentran en Beirut o El Cairo, algo que puede afectar a otras aplicaciones que utilizan esa función, como las de aviso de sirenas antiaéreas, muy comunes en Israel y más en tiempos de guerra.
Los posibles escenarios para los que Israel se estaría preparando incluyen ataques con misiles y drones por parte de grupos respaldados por Irán en el Líbano, Siria, Irak y Yemen -todos ellos ya han atacado en medio de la actual guerra con Israel-, demás de ataques con misiles balísticos directamente desde Irán, algo que aún no se ha producido.