Interceptan la llamada de un soldado ruso desvelando el paradero de los militares 'desaparecidos'
Moscú da por perdidos a sus soldados, cuando sabe que están muertos, y así se evita las compensaciones a sus familiares.
Una llamada telefónica interceptada por la Inteligencia Militar de Ucrania (HUR) ha permitido saber que Moscú, supuestamente, no alerta a los familiares después de que un soldado muere en su guerra de invasión. Su objetivo es evitar compensar a los seres queridos de los uniformados. A la falta de información, que genera una enorme incertidumbre, se suma ahora esta afrenta por ahorrar unos rublos en mitad de una economía asaeteada por las sanciones internacionales.
En una conversación publicada en Telegram por la HUR este viernes, se puede escuchar a un soldado ruso decir que el Kremlin ha estado catalogando a los combatientes fallecidos como "desaparecidos" en lugar de muertos, el truco para no tener que abonar la citada compensación.
"Yo digo, es beneficioso que me digas que no está desaparecido, así no tienes que pagar por él... Ya sabes, hace mes y medio que no sabemos nada de él", dice el soldado durante la llamada telefónica, según una traducción de la llamada proporcionada por el diario Kyiv Post. La HUR añadió en su publicación: "Habrá una retribución justa por cada crimen de guerra cometido contra Ucrania".
Anteriormente ya habían surgido informes de que Rusia estaba encontrando formas para evitar cumplir su promesa de pagar a las familias de sus soldados muertos en la guerra, a modo de reparación. El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto en enero de 2023, prometiendo pagar a los beneficiarios de los militares fallecidos cinco millones de rublos, casi 51.000 euros al cambio. Las tropas que resultan heridas en el campo de batalla tienen derecho a un pago de tres millones de rublos (30.000 euros).
En junio de 2023, la madre del soldado ruso Mikhail Cherkasov dijo a Radio Free Europe/Radio Liberty que los camaradas de Cherkasov le habían dicho que su hijo había muerto en la guerra a principios de ese mes. Sin embargo, según informes, el ejército ruso ordenó dejar el cuerpo de Cherkasov en el campo de batalla porque no sería "rentable" traerlo a casa.
El medio de investigación ruso independiente Mozhem Obyasnit dijo en un informe publicado en diciembre que otro soldado ruso que había resultado gravemente herido en el frente sólo había recibido dos cubos de zanahorias y una bolsa de cebollas del gobierno en lugar del dinero prometido. La esposa del soldado, Irina Rybkina, señaló al digital que su marido sufría un dolor extremo y necesitaba una cirugía de rodilla, pero fue enviado a regresar a la batalla sin la operación necesaria. "Tiene un dolor intenso, su rodilla no se puede enderezar y no puede caminar sin muletas. Está tomando analgésicos y pastillas para dormir", denunció.