Hamás sin Haniyeh: lo que supone su muerte para la milicia y el conflicto con Israel

Hamás sin Haniyeh: lo que supone su muerte para la milicia y el conflicto con Israel

El grupo armado denuncia el "acto peligroso que lleva la batalla a un nuevo nivel y tendrá importantes consecuencias en toda la región", mientras Tel Aviv guarda silencio sobre la autoría. Las negociaciones de paz para Gaza, paradas. 

Ismail Haniyeh, ayer en Teherán, haciendo el signo de la victoria en la toma de posesión de los nuevos parlamentarios de Irán.ABEDIN TAHERKENAREH / EPA / EFE

Israel lo ha vuelto a hacer: ha descabezado a Hamás asesinando a su líder, Ismail Haniyeh, cerebro en el exilio de todo lo que hacía el Movimiento de Resistencia Islámica. Esta vez ha sido en un lugar que creía seguro como Teherán, un entorno amigo. Pero ya antes, en 2004, Tel Aviv mató a sus antecesores, Ábdel Aziz ar-Rantisi y Ahmed Yasín. De los jefes que ha tenido la milicia palestina, sólo Jaled Meshal queda vivo. 

En estas horas calientes se multiplican las preguntas, comenzando por la propia ejecución del ataque, que también ha costado la vida a un guardaespaldas del político. Israel no ha reivindicado su eliminación, pero de su autoría hay pocas dudas. Tampoco queda muy claro cómo se ha llevado a cabo el ataque: Haniyeh, que habitualmente reside entre Qatar y Turquía, se encontraba de visita oficial en Irán para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente del país, Masoud Pezeshkian. Hacia las dos de la mañana (hora local, una hora y media más que en Madrid), un proyectil impactó en la residencia en que se encontraba, informan las agencias oficiales iraníes. 

Pero hay una certeza indiscutible: Haniyeh está muerto y ahora vienen las consecuencias de su ausencia. Para la guerra de Gaza, para el conflicto con los palestinos y para la tensión en todo Oriente Medio. 

El especialista en mundo árabe Haizam Amirah Fernández explica que sí que hay una cosa que se puede afirmar ya, aún en este tiempo de incertidumbre, y es que este asesinato, unido al de Fuad Shukr, número dos del partido-milicia libanés, ayer en Beirut, "no va a traer más seguridad a Oriente Medio". "Esto es una escalada, en un ciclo de ataques y contraataques que tienen a Gaza como su epicentro pero que refleja unas enemistades en todo Oriente Medio; una región que ha ido escalando en el nivel de tensión desde el 7 de octubre pasado [cuando Hamás atentó en Israel y Tel Aviv respondió con la guerra en Gaza], y todo esto por una causa principal, aparte de la ocupación israelí, de la resistencia palestina: que no hay un alto el fuego en Gaza", dice. Lo mismo se aplica, ahonda, "para lo que está ocurriendo en Yemen, en el mar rojo, y en otros focos de tensión". 

"No se ha puesto la presión necesaria para alcanzar el alto el fuego e Israel continúa, casi 300 días después, con una campaña en Gaza que se está viendo en el mundo entero las consecuencias devastadoras que tiene a nivel humanitario", empezando por los más de 39.000 muertos acumulados. 

Un grupo de palestinos protesta en las calles de Ramala (Cisjordania) tras la muerte de Ismail Haniyeh, este miércoles.ALAA BADARNEH / EPA / EFE

Este asesinato de Haniyeh, dice Amirah-Fernández, es "un golpe de efecto, fuerte, vistoso", que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, puede "vender como una victoria" ante la opinión pública de su país, tremendamente traumatizada por la muerte de 1.200 compatriotas y el secuestro de 250 más pr parte de Hamás. Más aún, "en un momento de debilidad por su parte", cuando hay manifestaciones masivas, semanales, en las calles del país reclamando un pacto de alto el fuego que incluya el retorno a casa de los rehenes que quedan con vida. 

Más allá de la opinión pública, el líder del Likud se marca un punto con sus socios de Gobierno, que amenazan constantemente con dejarlo caer si afloja el puño. "Su coalición está compuesta por miembros extremistas, que están pidiendo un ataque total contra Irán", dice en analista. Ya hubo un primer ataque, con réplica, ambos insólitos, en abril. "Eso tácticamente hablando puede tener un efecto beneficioso para los cálculos políticos y personales de Netanyahu, que quiere continuar la guerra para no perder el puesto de primer ministro y, con ello, no perder la inmunidad que necesita ante los casos de corrupción que tiene abiertos y ante las cuentas que le va a pedir la sociedad israelí por el fracaso del 7 de octubre".

El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, habla con el primer ministro Benjamin Netanyahu, en la Knesset. via Associated Press

Una cosa es el Gobierno y quien ahora lo ocupa. Otra es el país y su ciudadanía. En este caso, el profesor entiende que la muerte de Haniyeh no traerá beneficio alguno. "A nivel estratégico, no parece que esto vaya a cambiar la balanza a favor del Estado de Israel ni de la seguridad de la población ni de los países vecinos de Israel en Oriente Medio". 

Sobre las consecuencias que el ataque al corazón de Hamás en suelo iraní pueda tener, ante la posibilidad de ataques cruzados entre Tel Aviv y Teherán, el especialista dice que hay que esperar acontecimientos pero que, si se ha producido un ataque aéreo desde otro país, "eso significa una violación de la soberanía de un Estado", que además "está estrenando una nueva presidencia y Gobierno". Por eso, el golpe no reivindicado se puede interpretar, ahonda, como una "humillación" hacia Irán, atacado en su suelo, y también como una "prueba" al nuevo Ejecutivo y al líder supremo iraní, Ali Jamenei. 

Hay que ver, pues, cómo reaccionarán ante el asesinato de un invitado que había estado entre 10 y 15 veces en el país en los seis últimos años, según fuentes de Hamás citadas por la BBC. No se ha ido a por él en Qatar, donde se le conocen los pasos, sino en Irán, mandando un mensaje mucho más potente. De momento, los iraníes han declarado tres días de luto oficial y Jameneí ha amenazado con vengarse. “Con este acto, el criminal y terrorista régimen sionista (Israel) ha preparado el terreno para un duro castigo y consideramos que es nuestro deber vengar el asesinato en el territorio de la República Islámica de Irán”, ha advertido en un comunicado, según ha informado la agencia estatal IRNA.

"Eso es saltarse muchas líneas rojas", afirma el analista. Es parte del intento de Netanyahu de "recuperar la capacidad de disuasión" y "mostrar a sus enemigos que tiene la voluntad y la capacidad de responder duro y de llevar a cabo operaciones complejas". Al traspasar esas líneas, "se está forzando al enemigo, en este caso Irán y sus grupos afines, a responder para también mantener la disuasión con Israel". 

"Esto es un juego peligrosísimo, buscando el objetivo final de que no haya un alto el fuego en Gaza, que no haya una negociación política donde Israel pueda normalizar su situación en el vecindario, donde se pueda llevar a cabo la iniciativa de paz árabe de 2002, ni pueda haber una conferencia internacional para que vivan en paz israelíes, palestinos y los habitantes de los países vecinos, y esta es la agenda extremista de quien hoy gobierna Israel, que antepone sus cálculos políticos a la estabilidad", denuncia, incluso de la seguridad de su propia gente. 

Precisamente, Akiva Eldar, un analista político israelí, se centra en este problema de la seguridad. En un análisis de urgencia, explica que tanto el asesinato de Haniyeh y como el aumento de la violencia en Líbano van a poner en peligro la vida de los 9,5 millones largos de israelíes. "Es como abrir una colmena sin la tela protectora que Israel cree que tiene de la comunidad internacional", avisa. Cita, como posible referente, la muerte de 85 personas en un atentado con bomba en Buenos Aires (Argentina), en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Ocurrió en 1994. Puede repetirse algo de esa naturaleza, avisa.

Sobre la respuesta de Israel, Eldar afina que "hay más de un Israel, está el Israel de Netanyahu y está el Israel que perdió completamente la confianza en Netanyahu". "Las familias de los cautivos y millones de israelíes hoy están preocupados y se preguntan cómo se acercarán ahora las posturas para que los suyos puedan volver a casa o si podemos decir adiós al acuerdo con Hamás y la perspectiva de poner fin a esta guerra", explone. "¿Hay alguna esperanza de poner fin al conflicto o estamos viendo una escalada?", se pregunta. La respuesta él tampoco la tiene. 

Además de las amenazas de Irán, por supuesto, Israel enfrenta las de Hamás, que ha avisado que la muerte de su jefe "no quedará impune", en palabras del jefe de la Oficina de Relaciones Internacionales de Hamás, Musa Abu Marzuq, quien calificó el ataque de de "acto cobarde". Abdul Salam, hijo del asesinado Haniyeh, constata que "estamos en una revolución y una batalla continua contra el enemigo, y la resistencia no termina con el asesinato de los líderes". 

Desde Yemen, los hutíes se suman a la venganza: "Estamos decididos a apoyar a Hamás y a todas las facciones de la resistencia para enfrentar las acciones sionistas respaldadas por Estados Unidos", dice un comunicado de la Oficina Política del grupo yemení proiraní. La nota añade que el asesinato de Haniyeh "es una escalada peligrosa y flagrante violación de todas las leyes, costumbres y convenciones internacionales", e "indica la incapacidad y el miserable fracaso del enemigo sionista en la guerra". Hezbolá, desde Líbano, ha afirmado que el asesinato de Haniyeh envalentonará la "determinación y la terquedad" de los "combatientes de la resistencia" y hará "más fuerte su resolución" en la lucha contra Israel. 

Ismail Haniyeh, ayer, con el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, en Teherán.Iranian Presidency / Handout / Anadolu via Getty Images

El alto el fuego, sin esperanza

El alto el fuego parece más lejos que nunca, justo cuando parecía más cerca. En las últimas semanas se habían intensificado los contactos, con la mediación de Qatar y Egipto y el impulso de EEUU, y las dos partes habían dicho en público que el acercamiento era real. En las últimas 48 horas se había producido un roce entre Netanyahu y Hamás porque, al parecer, se había llegado ya a un principio de acuerdo y, en el último momento, las dos partes exigieron nuevas condiciones. Hamás acusaba a Tel Aviv de cambiar las reglas del juego y Tel Aviv a Hamás, de lo mismo. Sí está claro que, mientras se negociaba, esta vez en Roma, Israel planeaba cómo matar al jefe de sus interlocutores. 

Haniyeh era una figura política, pragmática. Era conocido por mantener relaciones muy positivas con los líderes palestinos de todas las facciones, lo que permite entender la oleada de muestras de solidaridad que ha causado su muerte. Accedió a un Gobierno de unidad palestino que el ala más radical de su movimiento rechazaba. 

Puede que no estuviera a cargo de los acontecimientos cotidianos sobre el terreno en Gaza (ese es el dominio del comandante militar Yahya Sinwar, con quien Israel aún no ha dado), pero como líder de Hamás en el exilio siempre ha sido un interlocutor fundamental en las negociaciones. Ahora, cabría esperar que los partidarios de la línea dura de Hamás estarán en una mejor posición para dictar la agenda, enervados por la eliminación de su jefe. En este contexto, se espera que sea muy muy complicado reactivar las conversaciones, impensable ya tener un pacto firmado para acallar las armas. 

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha asegurado desde Singapur que "nada anula la importancia de lograr un alto el fuego" en Gaza. "He visto las informaciones y lo que puedo decir ahora mismo es que nada anula la importancia de lograr un alto el fuego", subrayó al ser preguntado por la muerte de Haniyeh. "No voy a especular sobre el impacto que ningún acontecimiento pueda tener", indicó Blinken, y agregó: "Lo que sé es que continuaremos trabajando cada día" en el alto el fuego y en "prevenir una escalada del conflicto".

La semana pasada, en Washington, fueron el propio presidente de EEUU, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, quieres reclamaron a Netanyahu un alto el fuego inmediato. "Ambas partes tienen que hacer concesiones", es la política de la Casa Blanca.

Mohamed bin Abderrahmán Al Thani, el primer ministro de Qatar, el mediador principal, se preguntó este miércoles directamente cómo se pueden seguir celebrando las conversaciones de paz "si una parte asesina a la otra". Imposible ser más claro. Ya ha amenazado varias veces con tirar la toalla y abandonar esa mediación. Está por ver si este asesinato le lleva a dar el paso. "La estrategia de los asesinatos políticos y la escalada deliberada contra los civiles en Gaza en cada una de las fases de la negociación lleva a preguntarse sobre cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra con la que negocia al mismo tiempo", indicó. 

Se mire por donde se mire, es extremadamente difícil ver cómo se puede lograr algún progreso, por pequeño que sea, inmediatamente después del asesinato del jefe de uno de los dos bandos. Obvio que hablar de negociaciones de paz o de solución de dos estados parece un chiste macabro en este momento. 

Lo que no está tan claro es si habrá un cambio drástico en la dinámica sobre el terreno en Gaza en lo que respecta a los combates. La agencia EFE ha pulsado la opinión de los ciudadanos asediados y la sensación es de pesadumbre, no tanto por la pérdida en sí de Haniyeh, que era apreciado, como por lo que se les viene encima y las dudas sobre el nuevo liderazgo, con lo tocada que está la organización (considerada terrorista por Europa o Estados Unidos). "Israel ha matado al cuerdo y ha dejado al loco", dice entre lágrimas una palestina, en referencia a la voracidad de Sinwar. "Esto es otra excusa para seguir matando civiles en Gaza con tal de alcanzar a Sinwar", lamenta, mientras escuchaba las noticias por la radio. "Con la muerte de Haniyeh, alcanzar una solución y un acuerdo será mucho más difícil", decía otra señora. 

Hay una cosa clara, que saben bien las inteligencias israelí y occidentales: que Hamás no es sólo Haniyeh, que es una ideología. "Hamás representa una idea y no podemos matar una idea", como repite con insistencia el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Estamos ante una demostración muy poderosa de la capacidad de Israel para llegar a toda la región, pero frente a ello estarán las vísceras y la rabia por el ataque. Tel Aviv puede afirmar que realmente ha asestado un gran golpe contra el movimiento islámico y eso puede modificar lo que hace en Gaza, donde no acaba de barrer al partido-milicia. El desgaste sigue, como la muerte. Y el peligro se multiplica ahora por toda la región.