Giro radical en las reservas de gas natural
El gas natural licuado almacenado abre un escenario totalmente opuesto a lo vivido durante los últimos meses.
El estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia implicó un reajuste a marchas forzadas y a nivel mundial en todas las economías del mundo. El encarecimiento de productos básicos -que todavía se mantienen a día de hoy- sumado a las sanciones occidentales a Rusia -con especial trascendencia en el mercado del petróleo y gas- hicieron que los precios de este bien tan preciado para aguantar el invierno, se dispararon hasta máximos históricos.
Además, este contexto provocó que la Unión Europea tuviera que limitar el consumo de gas por parte de sus ciudadanos en determinadas zonas o tener que abrir nuevas zonas de almacenamiento.
Pero este escenario ha cambiado de manera radical. Si el precio máximo en la Unión Europea por el gas natural alcanzó su máximo en agosto del pasado año -243,72 euros por megavatio-hora (MWh)- la situación a día de hoy es totalmente opuesta con un precio del gas ha disminuido hasta los 34,78 euros, lo que supone un 150% menos respecto a hace nueve meses, según apuntó Quartz.
Qué ha ocurrido
La explicación para este fenómeno es sencilla: hay enormes cantidades de gas acumulado. De hecho, a inicios de este mes, los depósitos de almacenamiento alcanzaron el 62% de su capacidad, algo que puede provocar que en pocas meses, se llegue a los 1.138 teravatios/hora (TWh) según especificó Morgan Stanley.
Esta situación ha provocado que se vean imágenes de buques metaneros cargados de gas natural parados, algo motivado debido a que la UE ha decidido no continuar comprando gas natural hasta que se vayan consumiendo las reservas.
Pero debido al aumento de temperaturas, el gasto de gas ha descendido enormemente en los últimos dos meses. Según Gas Infrastructure Europe, en el mes de marzo se marcó un récord de almacenamiento.
Aunque pueden parecer buenas noticias para el Viejo Continenete, los expertos advierten no confiarse, ya que si el consumo aumentara de manera inusual, los costes se encarecerían de nuevo y las facturas de los ciudadanos volverían a dispararse. Goldman Sachs ya informa de que el precio de dichas facturas para la próxima época invernal podría situarse entre los 90 y los 100 euros. por Mwh.
Rusia, principal damnificada
El país liderado por Putin lleva desde inicios de año sufriendo económicamente debido a este contexto. Según apuntan desde el Ministerio de Finanzas , el presupuesto estimado para todo el año ya se ha gastado en los primeros cuatro meses, suponiendo un agujero en la economía rusa de unos 41.000 millones de euros, debido a la disminución de ingresos por el petróleo y el gas.
Además los 'gastos secretos' -gastos no especificados o clasificados- han alcanzado ya los 31.000 millones de euros, según recoge Bloomberg Economics, un problema al que el Ministerio de Finanzas ruso no es ajeno y ya considera un problema de gran calado para la economía del Kremlin. ""Decir que el déficit será exactamente del 2% del PIB es dar estimaciones incorrectas". "Veamos qué pasa con los ingresos por el petróleo y el gas", aseguró su ministro.