Gaza: dos meses de una guerra sin final, con la amenaza de nuevos frentes y una emergencia humanitaria sin solución a la vista
La ONU invoca el artículo 99 de su Carta fundacional, mientras un informe detalla el grado de urgencia alimentaria, que afecta a la práctica totalidad de una población bajo constante fuego.
A los dos meses de guerra, Naciones Unidas ha dicho basta. De un modo más simbólico que ejecutivo, pero añadiendo un nuevo factor a un conflicto cronificado que no hace sino agravar su grado de tragedia y que podría abrirse a nuevos frentes regionales.
Este jueves 7 de diciembre, el secretario general de la ONU ha invocado al artículo 99 de la Carta fundacional de la organización. Se trata de la primera vez en el mandato de Antonio Guterres, quien ya lleva seis años en el cargo, que se realiza este 'toque de atención'. Sin efectos prácticos pero sí como altavoz de lo que está ocurriendo en Gaza y alrededores:
"El secretario general podrá señalar a la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que, en su opinión, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales".
Y en este caso, Guterres lo tiene claro: la emergencia humanitaria en Gaza es esa causa. Y el objetivo es un alto el fuego más estable y funcional que la breve tregua y sus aún más breves prórrogas acordadas semanas atrás.
Hambre extrema, colapso sanitario
No es la primera vez que el dirigente portugués genera revuelo por sus declaraciones. El pasado noviembre, y en el marco de otra reunión del Consejo de Seguridad, aseguró que los "horribles" atentados de Hamás "no surgieron de la nada", mencionando las décadas de "asfixiante ocupación" israelí en territorio palestino. Su testimonio generó un escándalo diplomático que enfrentó a Israel con la propia ONU, entre numerosas exigencias de dimisión que, pasado el tiempo, fueron amainando.
Pero el mensaje lanzado este jueves 7 de diciembre, que obviamente tampoco ha gustado en territorio judío, llegaba horas antes de que la misma ONU alertase, ahora con datos concretos, de algo que ya han venido advirtiendo tanto este organismo como diversas oenegés.
De acuerdo con un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, un 48% de los palestinos del norte de Gaza sufren "niveles severos de hambre". El porcentaje se dispara hasta el 97% en personas con un "consumo inadecuado" a nivel alimentario.
A esto se suma un colapso sanitario total en los pocos hospitales que permanecen abiertos y en funcionamiento. Según EFE, con una ocupación de hasta el 206% en algunos centros médicos que hace del todo inviable su mantenimiento a futuros.
Una tragedia que no parece tener fin a la vista desde los atentados de Hamás del 7 de octubre tras los que Israel declaró la guerra. Sin rastro de posibles nuevas treguas tras el alto el fuego temporal e insuficiente de finales de noviembre, la ofensiva israelí se retomó con mayor intensidad, golpeando posiciones de Hamás y, de paso, a la población gazatí. En las últimas 24 horas, las autoridades gazatíes informan de 350 muertos y unos 900 heridos, entre la "dificultad para contar" víctimas, que podrían ser más, lamentan.
El último balance total desde el comienzo de la guerra eleva el cálculo de civiles palestinos muertos a 17.200 y a más de 46.000 los heridos, la mayoría por las bombas sobre Gaza, pero también varios centenares en Cisjordania y Jerusalén Este. En el otro bando, Israel sigue llorando los más de 1.200 civiles asesinados y 240 secuestrados por Hamás en su ataque combinado del 7 de octubre.
El mapa de la guerra se mueve, hacia el sur de la Franja, en cuya dirección se desplaza el ejército, con el foco actualmente en la ciudad de Jan Yunis, la segunda por importancia y muy cercana al paso de Rafah. Allí y en otros puntos, Hamás reconoce "feroces batallas". "La resistencia tiene todavía tiene mucho que ofrecer", ha apuntado Osama Hamdan, un alto cargo islamista, asegurando que las víctimas militares reconocidas por Israel —87 en operaciones terrestres— son "muchas más".
Por contra, Tel Aviv afirma estar "eliminando docenas de terroristas" e infraestructuras estratégicas de Hamás, muchas de ellas en su secreta y compleja red subterránea situada bajo edificaciones civiles.
El 'frente' del norte
No lejos de Gaza, Israel afronta otro foco bélico que amenaza con convertirse en conflicto total. Así lo ha advertido Benjamin Netanyahu al grupo islamista libanés Hezbolá si estos dan el paso de iniciar una guerra contra Israel en el norte del país.
En un viaje a esa zona especialmente tensa por ser frontera con Líbano y en el punto de mira de Hezbolá, el primer ministro hebreo ha subido el tono de anteriores amenazas.
"Si Hezbolá decide iniciar una guerra conjunta, en poco tiempo convertirá Beirut y el sur de Líbano, no lejos de aquí, en Gaza y Jan Yunis". "Estamos decididos a lograr la victoria", ha rematado tras el último de un sinfín de enfrentamientos localizados en los últimos dos meses. A un lado y otro las muertes ya superan el centenar, con decenas de miles de desplazados en cada país.