Francia para los pies a Shein
El país espera apoyar a la industria nacional y sus artículos más caros pero presuntamente "más ecológicos".
La Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento francés, aprobó por unanimidad el pasado jueves un proyecto de ley restrictivo y penalizador contra las empresas que venden fast fashion a precios asequibles. De esta forma, Francia espera apoyar a la industria nacional y sus artículos más caros pero presuntamente "más ecológicos".
Ahora, el proyecto de ley debe ser aprobado o revisado en el Senado, segunda cámara del Parlamento nacional, para que entre en vigor a finales de este años, en caso de que no aparezcan obstáculos, según ha publicado el ABC.
El presidente francés, Emmanuel Macron, espera así que Francia sea el primer país del mundo el legislar contra la 'pronta moda', barata y muy asequible, en defensa de una moda "más ecológica", ligeramente más cara pero presuntamente "más respetuosa con el medio ambiente", según el mismo medio.
Entre las principales medidas figuran prohibir la publicidad de los productos textiles más baratos e imponer una tasa medioambiental a los artículos de bajo costo. El mercado francés se ha inundado de esta "ropa rápida" barata e importada y al mismo tiempo varias marcas nacionales se han declarado en quiebra. Pero los principales argumentos esgrimidos son medioambientales.
"El textil es la industria más contaminante", declaró la diputada oficialista Anne-Cécile Violland, precisando que el sector es responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero y contamina el agua. Entre los ejemplos de producción intensiva de moda, la ponente parlamentaria destacó la empresa china Shein y sus "7.200 prendas nuevas al día".
Francia aplicará criterios como el volumen de ropa producida y la velocidad de rotación de las nuevas colecciones para determinar qué constituye fast fashion, según la proposición de ley. Sus productores estarán así obligados a informar a los consumidores sobre el impacto medioambiental de las prendas.
A partir de 2025, se aplicaría un recargo de cinco euros por artículo, que aumentaría a 10 euros en 2030. Pero este no podría superar el 50% del precio del artículo. Los ingresos de esta tasa se usarán para subvencionar a los productores de ropa sostenible, lo que les permitirá competir más fácilmente.
La moda de gama alta es uno de los pilares de la economía francesa, gracias a marcas líderes mundiales del lujo como Louis Vuitton, Chanel, Hermès, Dior y Cartier. Pero el segmento inferior de la moda francesa ha perdido terreno frente a sus rivales europeos Zara, H&M y, más recientemente, ante los gigantes chinos Shein y Temu.