La fosa común del Mediterráneo: en sus aguas han muerto, como mínimo, 25.975 migrantes desde 2014
De ellos, 1.034 fueron niños. Las organizaciones que llevan la cuenta señalan que la cifra es una estimación a la baja. La realidad podría multiplicar esas cifras.
Nueva tragedia en el mar, otra vez. Un barco sobrecargado con cerca de 250 migrantes a bordo, se deshizo en las aguas del Mediterráneo este fin de semana en el sur de Italia, según adelantaba el rotativo italiano La Repubblica este domingo. Al menos 60 personas han perdido la vida, y las labores de búsqueda continúan.
El barco había sido localizado por un avión de la agencia europea de fronteras, Frontex, el domingo por la noche, sin embargo, la Guardia di Finanza italiana, fuerzas especiales italianas, no salió al rescate alegando mala mar. La Guardia Costera Italiana, que sí tiene capacidad para operar a pesar de las inclemencias del tiempo, tampoco se movió, según han denunciado desde Médicos Sin Fronteras este lunes ante los micrófonos de la Cadena Ser.
Alrededor de medio centenar de personas han sido rescatados, de los cuales al menos 22 se encuentran hospitalizados en estado muy grave. La mitad de estos últimos son menores de edad. Mientras tanto, alrededor de un centenar siguen desaparecidas. Esta podría ser la peor tragedia de los últimos años.
Aunque la magnitud del drama haya conseguido abrir la actualidad informativa este lunes, este tipo de muertes son una constante. Van confirmados alrededor de 60 solo de este domingo, solo en un naufragio, pero las cifras totales son estremecedoras.
De los muertos confirmados 1.034 son niños, 2.549 mujeres y 3.683 hombres. De la cifra total, la inmensa mayoría, alrededor de 24.100, el 92,7%, murieron directamente ahogados. Un número muy similar por su tamaño, 20.430, murieron en la ruta del Mediterráneo central, la que conecta directamente el norte de África con Italia, el país sobre el que arrecian las críticas por su negativa a asistir a los migrantes en alta mar.
Médicos sin Fronteras ha manifestado su consternación ante el calibre del naufragio. "Nos resulta humanamente inaceptable e incomprensible que siempre acabemos presenciando tragedias que podrían haber sido evitadas. Es un puñetazo en el estómago", lamenta su jefe de misión, Sergio Di Dato.
Un decreto migratorio que limita los rescates de las ONGs
La última tragedia conocida en el Mediterráneo llega justo después de la aprobación de un decreto migratorio ideado por el Gobierno de coalición que dirige la política ultraderechista Giorgia Meloni. La nueva norma, que limita el número de rescates y asigna puertos lejanos a las ONGs que operan en aguas italianas, fue aprobada en el parlamente el pasado jueves.
Las organizaciones humanitarias han denunciado que contraviene el derecho marítimo internacional. Sin embargo, esto supone la última vuelta de tuerca de una situación que se ha venido agravando en los últimos meses, cuando Italia empezó a desviar los barcos a puertos de la costa ubicados en el centro-norte del país o incluso en las costas del Adriático, muy lejos de las zonas de rescate de Sicilia y Lampedusa, lo que roba tiempo a las ONGs para poder auxiliar al mayor número posible de migrantes.
Meloni, por su parte, ha lamentado la tragedia, y ha culpado a las mafias que trafican con personas como las responsables de estas muertes, aunque no ha mencionado el hecho de que la guardia costera italiana no haya salido al rescate de los migrantes.
El presidente de la República, Sergio Mattarella, también ha expresado su "dolor", al tiempo que señalaba que muchos de los muertos eran "afganos e iraníes" que huían de "condiciones muy duras", al tiempo que afirmaba que esta "tragedia" no podría dejar a nadie "indiferente".
También ha instado a la Unión Europea a poner los medios para acabar con el tráfico de personas. Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión, afirmo estar "profundamente entristecida" por el naufragio frente a las costas europeas. Pidió unidad para "redoblar esfuerzos" en el Pacto de Migración y Asilo en el Plan de Acción para el Mediterráneo Central. Lo hizo a través de su cuenta en la red social Twitter.
Pactos con nombres largos que de nada sirven ya para casi 26.000 personas que se han tragado las aguas.