Expertos revelan el único sistema que puede detener un arma hipersónica rusa: "Sólo tendría una pequeña posibilidad"
Fue diseñado en la década de 1980 para acabar con los bombardeos de misiles soviéticos en la atmósfera superior.
Existen pocos dispositivos confiables que puedan frenar la amenaza de las armas hipersónicas de Rusia. Uno de ellos es el sistema Terminal de Defensa de Área de Gran Altitud (THAAD), el cual Teal Group define como "un sistema de defensa móvil diseñado para la defensa expedicionaria contra misiles como el Oreshnik- un misil hipersónico- de Rusia".
Actualmente, solo Estados Unidos y algunos pocos aliados cuentan con este sistema, diseñado originalmente en la década de 1980 para frenar los bombardeos de los misiles soviéticos en la atmósfera superior. Sin embargo, hay escasas probabilidades de que sea usado en combate, ya que debido a su alta demanda y escasez, no se pueden permitir el lujo de que puedan acabar destruidos, pues no pueden ser fácilmente reemplazados.
Estados Unidos cuenta con siete de estas baterías de defensa antimisiles THAAD y tiene la intención de desplegar una octava durante 2025. Dos de ellas están desplegadas permanentemente en Corea del Sur y Guam, mientras que la tercera se desplegó en Oriente Medio en 2023, donde también se desplegó una cuarta sobre Israel para frenar los misiles iraníes.
Ucrania, por ahora, no cuenta con este sistema de defensa, aunque sí que lo han solicitado a Estados Unidos, que se ha negado a entregárselos ante el temor de que acaben destruidos o que se filtre a Rusia u otra potencia extranjera y puedan imitar esta tecnología. Además, otro de los obstáculos, es que, si bien son capaces de detectar los ataques enemigos mejor que otro sistema, interceptar las armas hipersónicas rusas entrantes será una tarea bastante más compleja.
¿Cómo funciona este sistema de defensa anti-aérea?
Nacido como parte del compromiso de la administración del 40º Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, de crear un escudo de defensa eficaz contra los misiles, funciona al mismo tiempo contra misiles y radar. Cada batería de este sistema cuenta con seis lanzadores ubicados en camiones, cada uno con ocho interceptores, equipos de comunicaciones, control de incendios y un sistema de radar avanzado.
Para poder operar este sistema se necesitan, como mínimo, noventa y cinco soldados. Respecto a su radio de alcance, el sistema es capaz de interceptar misiles a 200 kilómetros de distancia y no solo en la atmosfera superior, si no incluso fuera de la atmósfera.
Fue diseñado, construido e integrado por Lockheed Martin Space Systems, su contratista principal, con el objetivo de frenar Misiles R-11 y armas parecidas, pero también cuenta con capacidad de derribar misiles balísticos intercontinentales. Actualmente, se construye en la planta de Lockheed Martin, situada en el Condado de Pike (Alambama)