Europa valora la opción de la 'vaca lechera' con los fondos rusos
La Unión Europea ha congelado una ingente cantidad de activos rusos desde que comenzó la guerra de Ucrania.
Desde el 24 de febrero de 2022, día de comienzo de la invasión militar rusa sobre Ucrania, la Unión Europea y sus aliados se han centrado en tratar de perjudicar la economía del país presidido por Vladímir Putin para así dificultar la financiación de la contienda.
La estrategia se basaba en detener el conflicto armado sin tener que recurrir a la intervención militar directa. Con ese objetivo, tal y como recoge El Grand Continent, la UE ha congelado activos pertenecientes, principalmente, a la Federación Rusa y al Banco Central de Rusia que están valorados en decenas de miles de millones de euros.
Pero el tiempo pasa y la guerra continúa, por lo que la Unión Europea debería comenzar a plantearse qué hacer con esa ingente cantidad de activos rusos. Principalmente, existen dos opciones.
La primera de ellas es, básicamente, no hacer nada: mantener los activos rusos congelados. Esta decisión se adoptaría con la esperanza de que Putin trate de acortar la guerra para que Rusia recupere sus recursos. Sería una alternativa que, además, simplificaría bastante la situación desde el punto de vista jurídico. Estados Unidos (que ha congelado una cantidad mucho menor de activos rusos que la Unión Europea) se ha decantado por actuar de esta forma.
La segunda opción sería la de la ‘vaca lechera’. Si se optara por esta vía, “los activos rusos congelados se mantendrían en una especie de cuenta de garantía bloqueada, cuyos ingresos por inversiones se utilizarían gradualmente para reducir los costes de reconstrucción de Ucrania”, explican desde El Grand Continent.
El camino de la ‘vaca lechera’ parece contar con un importante apoyo dentro de las instituciones europeas, según indica el mencionado medio. Los miembros de la Unión Europea que están a favor de esta medida aseguran que de esta forma también se evitarían problemas legales, ya que los activos en sí no estarían confiscados y se les devolverían a Rusia una vez que culmine la reconstrucción de Ucrania.