Este es el país que le ha quitado a España su antiguo puesto privilegiado con las visas doradas

Este es el país que le ha quitado a España su antiguo puesto privilegiado con las visas doradas

Un estado del centro de Europa, encargado de 'coger el testigo' a nuestro país.

Budapest, HungríaGetty Images

Las visas doradas, para muchos desconocidas, son unas de esas opciones por las cuales se puede obtener la nacionalidad de un país si se cumplen determinados requisitos exigidos, que casi siempre tienen mucho que ver con el patrimonio económico que se posea.

Aunque se trata de una práctica cada vez más residual en casi toda Europa, todavía hay algunos países que la mantienen. Pero sin duda, la tendencia natural y normal es la de que vaya desapareciendo de casi todos los países, aunque hasta este año, en España no se puso fin a esto.

Otros como Portugal o Países Bajos, están abordando el tema y llevando a cabo modificaciones en sus normativas, con el objetivo de regular al máximo o directamente, hacerlo desaparecer.

En el caso del país luso, este proceso se inició hace meses, en octubre del pasado año, cuando eliminó la inversión inmobiliaria como requisito para poder obtener la nacionalidad. 

A diferencia de Portugal, tanto en España como en Países Bajos dieron el paso definitivo en enero de este año, cuando se puso fin a la inversión inmobiliaria como factor diferencial.

En el otro lado nos encontramos con Malta, país que exige invertir al menos 690.000 euros para conseguir la ciudadanía en un plazo entre 12 y 36 meses (de 1 a 3 años).

Hungría 'toma el testigo' de España

Pero en el otro lado de la moneda, y con intenciones de potenciar este tipo de medidas, se encuentra Hungría, país en el que su presidente, el siempre polémico Viktor Orbán,  se habría propuesto reactivar las visas doradas para el 1 de julio de este año, fundamentándose en tres vías: compra de propiedad residencial (mínimo 500.000 euros), inversión inmobiliaria de mínimo 250.000 euros o realizar una donación de un millón de euros destinados a la educación superior.

En otros países como Italia, las visas doradas se ofrecen a ciudadanos de fuera de la UE que tengan permiso de residencia de dos años y realicen una inversión de, mínimo, 500.000 euros. 

En este supuesto, el solicitante puede incluir en la petición a familiares, además de poder beneficiarse diferentes maneras. Si por el contrario, no tiene dinero pero sí mucho tiempo, siempre le quedará la opción de residir durante 10 años en el país transalpino y en ese caso, poder ser elegible para obtener la ciudadanía italiana.