Este es el estado de Estados Unidos en el que todavía es legal la esclavitud
La decisión fue aprobada en las elecciones del pasado noviembre.
Más de siglo y medio después de que EEUU declarase la abolición de la esclavitud, aún quedan reductos del legado esclavista en un país con una extraña excepción.
En las elecciones Mid Term, de mitad de mandato en EEUU, cinco estados votaron también para decidir si acababan legalmente con el trabajo forzoso en el reducto que quedaba, las cárceles. Cuatro de Estos territorios dijeron 'sí' al fin de dichos trabajos forzosos para presidiarios: Alabama, Oregón, Tennessee y Vermont. Sin embargo, hubo un quinto que no, Louisiana.
Tal y como recoge la BBC, el estado rechazó la propuesta después de que el legislador que había impulsado la iniciativa electoral se retractara. El mismo medio se hace eco del testimonio de Edmond Jordan, un representante estatal demócrata de la ciudad de Baton Rouge, quien retiró su apoyo inicial a la medida después de una lectura más detallada de la ley propuesta. El legislador apuntó que esa lectura le llevo a creer que en realidad podría haber ampliado las protecciones para la esclavitud.
En la actualidad, la ley establece que "están prohibidas la esclavitud y la servidumbre involuntaria, excepto en este último caso como castigo de un delito". La nueva redacción planteaba eliminar la parte final, excepto en este último caso como castigo de un delito.
Sin embargo, a juicio de los representantes, el texto renovado planteaba confusiones y podría dar a entender que tanto la esclavitud como la servidumbre involuntaria podrían permitirse en ciertas circunstancias pese a que en la constitución vigente la esclavitud está explícitamente prohibida.
Curtis Davis III, un exprisionero de Louisiana, va más allá en su testimonio para la BBC. Indultado tras 25 años de condena, cuando se volvió a investigar su caso de asesinato, cree que hubo un "truco político" detrás de escena en las últimas elecciones.
Davis considera que a algunos legisladores les preocupa que el nuevo lenguaje en el proyecto de ley pudiera potencialmente invalidar las sentencias judiciales dictadas a miles de prisioneros en Luisiana y generar un aluvión de recursos, algo que los legisladores rechazan. Estos esperan a una nueva ocasión para volver a someter la controvertida medida a decisión.