Estados Unidos pide la presencia urgente a todos los miembros de la OTAN y España responde a la llamada
Efectivos españoles del grupo de combate de la Alianza en Eslovaquia, ya camino de su nueva misión, en plena cumbre por el 75º aniversario de la organización. Y el presidente Sánchez, volando a Washington para la cumbre aliada.
Washington acogerá entre hoy y el jueves la Cumbre de la OTAN 2024, en la que se cumplen 75 años de la fundación de la Alianza Atlántica y en la que España participará apenas una semana después de asumir el mando del grupo de combate multinacional de la OTAN en Eslovaquia. Todo un gesto de compromiso con la organización.
Una de las principales novedades de esta cumbre será el relevo al frente de la OTAN. El 20 de junio, el primer ministro en funciones de los Países Bajos, Mark Rutte, se convirtió en el único candidato a suceder a Jens Stoltenberg como secretario general de la Alianza.
La primera rotación de efectivos españoles que formarán parte del grupo de combate de la OTAN en Eslovaquia liderado por España para frenar la amenaza rusa salió el pasado domingo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde sus integrantes subrayaron su deseo de "dejar la imagen de nuestro país bien alta".
España se estrenó el pasado lunes al mando de un 'Battle Group' (grupo de combate) de más de 1.500 militares de ocho países, con base en Lest (Eslovaquia), que conforman una de las misiones desplegadas por la OTAN frente a la amenaza rusa fruto de su estrategia de refuerzo de la disuasión en el flanco este.
Los militares españoles aportan más de 750 efectivos, su contingente más grande en el exterior que mantendrá de manera permanente, lo que le convierte en el mayor contribuyente a esta operación de la Alianza Atlántica. El grueso del contingente pertenece a la brigada Galicia, que a partir de hoy será sustituida por la brigada paracaidista "Almogávares" VI (Bripac), cuya primera rotación ha partido rumbo a Eslovaquia.
Además, España aporta alrededor de 250 vehículos de combate, entre ellos varios Centauro (blindados de ocho ruedas), VAMTAC (vehículos de alta movilidad táctica que pueden llevar incorporados misiles) y de tipo pesado VEMPAR, así como una unidad de helicópteros (3 Tigre y dos NH-90), que se ubican en la base de Kuchyna.
Integran también de forma permanente el grupo de combate unidades del país anfitrión (50 militares), Eslovenia (104), República Checa (150) y Portugal (80 efectivos con carros de combate Leopard). Asimismo, en el contingente de la misión participan soldados de Estados Unidos con una compañía de infantería, Rumanía (sección de defensa contracarro) y Turquía.
España inició el pasado 20 de enero el despliegue progresivo de personal, medios y equipamiento en Eslovaquia que finalizó el 21 de junio.
El comandante Álvaro Ansedes López ha asegurado que los militares que se desplazan hoy van "con muchas ganas de cumplir la misión y dejar la imagen de nuestro país bien alta". "Es una misión muy importante para el ejército", ha apuntado el comandante, quien ha reivindicado que se trata de "una gran responsabilidad" y un "gran desafío". El militar ha reconocido que "habrá retos" como la "interoperabilidad" entre todos los ejércitos, aunque asegura que ésta está "asegurada" porque "es algo a lo que estamos acostumbrados".
"Esta misión demuestra el compromiso y el liderazgo de nuestra nación con el resto de organizaciones internacionales", ha señalado Ansedes, quien espera poder trasladar la capacidad operativa de España "para liderar una operación internacional" y la "alta preparación técnica y táctica" de sus militares.
Por su parte, el embajador de Eslovaquia en España, Juraj Tomaga, ha asegurado que "España tiene un gran ejército y una gran responsabilidad". "Lo está haciendo de maravilla" ha celebrado el embajador, quien ha querido agradecer a los soldados españoles "su determinación y su voluntad de participar en esta misión". "Les deseo a cada uno mucha suerte y que ganen el campeonato europeo", ha dicho en referencia a la Eurocopa.
La agenda de Sánchez
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, viaja este martes a Washington para la cita de la OTAN, donde ratificará que España cumplirá su compromiso de llegar en 2029 a un gasto en defensa del 2 % de su PIB pese a ser en la actualidad el aliado más alejado de ese porcentaje. Sánchez acude a ella acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, José Manuel Albares y Margarita Robles, respectivamente.
En esta ocasión no viaja con él su esposa, Begoña Gómez, que sí le acompañó el año pasado en la cumbre de Vilna y estuvo también junto al presidente del Gobierno en algunos actos en el marco de la que albergó Madrid en 2022.
La cumbre se celebra después de que la OTAN publicara unos datos que sitúan a España como el país de la Alianza que menos proporción de su PIB gasta en defensa, con un 1,28% este año. Ante ello, desde Moncloa se lanza un mensaje de tranquilidad y seriedad y se asegura que el compromiso es firme de llegar al 2 % en 2029, tal como se comprometió Sánchez en la cumbre de Madrid.
Llama la atención el Gobierno de que el PIB de España está creciendo muy por encima de la media europea y por eso, aunque se incremente el gasto en defensa, no queda reflejado en el porcentaje de PIB como le gustaría.
Además, hace hincapié en que España es el tercer país de la Alianza que más ha aumentado su gasto en defensa en los últimos años, con un incremento del 77 % desde 2016 hasta la actualidad, y asegura que ese esfuerzo es reconocido tanto por las autoridades de la OTAN como por los aliados.
El Gobierno otorga una gran relevancia a esta cumbre no solo por la conmemoración del 75 aniversario de la Alianza, sino por el contexto internacional en el que se celebra, con asuntos claves como la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Medio.
Desea el Ejecutivo que de Washington salga reforzado el mensaje de apoyo a Ucrania todo el tiempo que sea necesario para hacer frente a la agresión rusa, y afirma que así seguirá actuando España tal como se ha comprometido en el reciente acuerdo de seguridad bilateral que suscribieron en Madrid Pedro Sánchez y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Pero también desea España más atención al flanco sur de la OTAN después del impulso que para ello se dio en la cumbre de Madrid de hace dos años y ante la situación en el Magreb, el Sahel y Gaza, y por ello aplaude que se vaya a adoptar un plan de acción específico para el sur con la designación de un representante especial del secretario general de la Alianza para esa zona.
En ese contexto, además de participar en las sesiones de la cumbre, Sánchez intervendrá en un panel organizado de forma paralela sobre la dimensión de la OTAN hacia el sur. Prevé igualmente una serie de reuniones bilaterales (con sus homólogos de Nueva Zelanda, Noruega y Montenegro) pero no está prevista ninguna con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anfitrión de la cumbre en medio de voces de su partido que le piden que renuncien a la carrera presidencial y que él ha rechazado totalmente.
Tampoco tiene cerrada ninguna reunión con el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, con quien volverá a coincidir la próxima semana en el Reino Unido ya que allí habrá una cumbre de la Comunidad Política Europea. Sí hay un encuentro ya anunciado por el ministro Albares con su homólogo del Reino Unido, David Lammy, para hablar, entre otros asuntos, de la necesidad de llegar cuanto antes a un acuerdo sobre la situación de Gibraltar tras el Brexit.