España y Marruecos se pican por la universidad más antigua del mundo
Ambos países cuentan con argumentos para defender su candidatura acerca de este honor.
Si se echa la vista atrás, la humanidad siempre ha buscado lugares idóneos para la creación, producción, imaginación y avance. Indiscutiblemente, uno de esos lugares -actualmente son considerados como el templo de la lectura- es una biblioteca.
Algunas de ellas cuentan un prestigio mundial, otras cuentan con historias y patrimonio inigualables y también hay otras que brillan por su espectacular arquitectura. Cada una cuenta con un encanto particular y diferente, pero todas ellas -sobre todos las modernas- cuentan con la grandes paralelismos, especialmente uno: ser el lugar idílico para acumular y disfrutar de la lectura.
A lo largo de los siglos -e incluso milenios- ha habido numerosas bibliotecas, repartidas por todo el mundo aunque con algunas zonas que, por motivos históricos, cuentan (o han contado) con mayor cantidad de bibliotecas que otros lugares.
Ebla o Alejandría
Si nos centramos en la primera biblioteca del mundo, sería una tarea difícil de completar, ya que el concepto de biblioteca ha variado mucho a lo largo de los siglos, tanto a nivel simbólico, arquitectónico como práctico.
La primera biblioteca se situaría en la actual Siria, en la localidad de Ebla, donde los arqueólogos Paolo Matthiae y Giovanni Pettinato localizaron hasta 1.800 tablillas de arcilla escritas en cuneiforme de más de 4.000 años de antigüedad.
El problema para dirimir si se trata o no de la más antigua estaría en el hecho de que, si se tiene en cuenta la definición de la RAE, es el “lugar donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura”.
Al no haber libros, se debería desechar esta opción. Si se avanza en el tiempo, nos encontraríamos con la mítica, histórica y malograda biblioteca de Alejandría, cuyas últimas referencias datan del siglo VI a.C., donde se llegaron a guardar más de 700.000 rollos de papiro
Marruecos - España
Pero las continuas destrucciones y reconstrucciones, sumado a su trágico final, pusieron punto y final a su existencia en el siglo IV. En este sentido, si miramos las bibliotecas más antiguas en uso, el panorama se estrecha mucho más, de modo que estaríamos entrando, como mínimo, en el siglo IX de nuestra era.
Concretamente habría que irse hasta la ciudad de Fez, en Marruecos, donde se encuentra la biblioteca al-Qarawiyyin, cuya construcción data del año 859 por Fátima Al-Fihri, pero esta teoría genera ciertas discrepancias en los expertos, ya que, en caso de considerarla como tal, estaríamos ante una biblioteca de más de 1.100 años de antigüedad.
Sin embargo, algunos expertos en historia de al-Ándalus de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), como Javier Albarrán, consideran que no hay pruebas suficientes y concluyentes que indiquen que dicha biblioteca fuese levantada en el siglo IX.
En este momento, la siguiente biblioteca en orden cronológico sería una española, la biblioteca de la Universidad de Salamanca, impulsada por Alfonso X el Sabio, y cuya apertura se produjo en el año 1.254.