El vecino de Ucrania declara el estado de emergencia: acusa a Rusia de chantaje
"Este invierno debe ser el último en la historia del país en el que nos puedan chantajear con energía", denuncia el primer ministro moldavo, Dorin Recean.
El Parlamento de Moldavia ha aprobado este viernes de madrugada la imposición de un estado de emergencia de 60 días en el sector energético que comenzará el próximo lunes ante la creciente incertidumbre sobre la continuidad del suministro de gas ruso a partir de 2025 debido a las interrupciones registradas.
La votación ha salido adelante con el apoyo de 56 diputados del gobernante Acción y Solidaridad (PAS), mientras que los 17 diputados del Bloque de Comunistas y Socialistas ha votado en contra y dos parlamentarios más se han abstenido, según recoge el portal de noticias moldavo Newsmaker.
A principios de diciembre, el primer ministro moldavo, Dorin Recean, forzó la dimisión de su ministro de Energía, Víctor Parlokov, y otros dos altos funcionarios de empresas vinculadas al sector, por su deficiente gestión de la crisis energética que afecta al país desde el estallido a finales de febrero de 2022 de la guerra en Ucrania, su país vecino.
Desde finales de 2022, la compañía rusa Gazprom suministra 5,7 millones de metros cúbicos de gas a Moldavia. El acuerdo sobre el tránsito de gas entre Rusia y Ucrania finaliza a finales de 2024, después de que Kiev se haya negado repetidamente a prorrogar dicho acuerdo, mientras que el exministro de Energía mantuvo unas infructuosas negociaciones en San Petersburgo.
El "chantaje con gas" debe acabar
Recean, informa Zeit Online, ha subrayado la importancia de esta medida, declarando que "este invierno debe ser el último en la historia del país en el que nos puedan chantajear con energía". De esta forma, ha destacado que el llamado "chantaje con gas" por parte de Moscú debe llegar a su fin. La declaración de emergencia permite al gobierno moldavo tomar medidas rápidas, como frenar las exportaciones de energía y gestionar el suministro interno para evitar cortes prolongados.
Moldavia recibe aproximadamente 2.000 millones de metros cúbicos de gas al año de Rusia, que fluye a través de Ucrania. Sin embargo, el contrato de tránsito entre Ucrania y la compañía rusa Gazprom expira el 31 de diciembre y Kiev no tiene intenciones de renovarlo, lo que ha puesto en peligro el abastecimiento energético del país balcánico.
Recean también ha resaltado la necesidad de garantizar el suministro para Transnistria, una región situada en la frontera con Ucrania que depende en gran medida del gas ruso y con la que el gobierno moldavo alcanzó un acuerdo en 2022 para que todo el gas ruso destinado a Moldavia se dirija primero a Transnistria.
Esta región, que no cuenta con reconocimiento internacional, alberga una central eléctrica alimentada con gas ruso, la cual no solo es vital para su economía local, sino que también provee la mayor parte de la energía utilizada en las zonas controladas por el gobierno moldavo. Ante la posibilidad de interrupciones, Transnistria declaró su propia emergencia económica el pasado martes.