El tercer edificio que se derrumbó el 11-S en el World Trade Center y del que nadie habla
Su estructura no soportó los daños sufridos tras el colapso de los otros dos rascacielos.
El 11 de septiembre de 2001 es una de las fechas marcadas en el calendario, no solo por los neoyorquinos, sino por todo el mundo. Ese día dos aviones impactaron contra las Torres Gemelas, causando miles de muertes. Pero además de derrumbarse esos dos rascacielos, hubo un tercero que, pese a no ser golpeado, no resistió.
Atentados del 11-S
El 11-S, cuatro aviones comerciales con destino Los Ángeles y San Francisco fueron secuestrados en pleno vuelo por Al Qaeda, a las órdenes de Bin Laden. Los objetivos eran las dos Torres Gemelas, el Capitolio y el Pentágono, aunque solo pudieron alcanzar los dos rascacielos.
Más de 17.000 personas estaban en el interior de los edificios cuando sucedió el atentado. En la Torre Norte no hubo supervivientes por encima de la zona de impacto del avión, mientras que en la Torre Sur lograron escapar 18 personas. Y otro dato preocupante es que en la actualidad hay cerca de 75.000 personas que sufren enfermedades por la exposición a los escombros tóxicos mientras trataban de recuperar los cuerpos de los fallecidos.
El tercer edificio desaparecido
Además de las dos Torres Gemelas, hubo una tercera construcción que desapareció del skyline de Nueva York. Se trata del edificio 7 del World Trade Center, con 174 metros de altura distribuidos en 47 plantas y una reconocible fachada de granito rojo.
Aunque no fue uno de los objetivos de los aviones, se derrumbó la misma tarde de los atentados. Y fue así porque la estructura no soportó los daños sufridos tras el colapso de los otros dos rascacielos. Aunque un informe publicado en 2002 por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias aseguró que hubo un fuego entre las plantas 5 y 7.
Este edificio, a diferencia de las Torres Gemelas, sí que se volvió a levantar. Se inauguró en 2006 con el mismo nombre: 7 WTC. Cuenta con una altura de 226 metros y 49 plantas, y un espacio de 158.000 metros cuadrados de oficinas.
Actualmente, y debido a lo que sucedió con su antecesor, es uno de los rascacielos más seguros de todo Estados Unidos. Tiene unas medidas de seguridad extremas, con escaleras y ascensores resistentes al fuego, así como revestimientos de acero ignífugo.